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Errores al educar a nuestros hijos

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Me hago eco de un artículo publicado en el diario ABC en el que el Dr. Cortejoso nos enumera los errores más comunes que los padres cometemos al educar a nuestros hijos. Es cierto que no es fácil la tarea de educar a un niño. Influyen muchos factores y no podemos tenerlos en una burbuja, protegidos y relacionándose sólo con quien nos guste. La tarea principal de los padres es guiarlos para que ellos escojan el buen camino. No siempre lo conseguimos. 


A continuación les muestro los fallos más comunes según este psicólogo, cuando educamos a nuestros hijos y algunos consejos para evitarlos:

1. No escuchar a nuestros hijos: A veces es cierto que no escuchamos lo que nuestros hijos tienen que decirnos. Les cortamos a media conversación y damos por hecho lo que nos quieren decir. Hay que tener paciencia, escucharles y dejarles explicar sus motivos. Quizás así entenderemos mejor ciertos comportamientos.

2. No reconocemos sus puntos fuertes o virtudes: No siempre halagamos a nuestros hijos cuando hacen algo bien hecho o le quitamos mérito a algún logro. Es muy importante en su educación alabarlos y alentarles a que hagan las cosas bien, no sólo regañarlos cuando cometen algún fallo. El halago es un arma muy fuerte en su educación y no hay nada como sentirte valorado cuando haces las cosas bien.

3. El respeto a su personalidad: Hemos comentado en varias ocasiones que cada niño es único y diferente y por ello no se deben educar de la misma forma que otros niños. Cada uno tiene su personalidad, sus objetivos y sus virtudes. Hay que saber cómo sacar provecho de ellos y adaptarnos a su personalidad. 

4. La sobreprotección: Muchos padres caen en el grave error de sobreproteger a sus hijos. Hay que proteger a los niños, pero a la vez darles cierta autonomía y perder el miedo eterno que tenemos los padres a que les pase cualquier cosa. Si los sobreprotegemos, podremos ocasionarles graves consecuencias para el futuro, donde no estarán tan vigilados por nosotros.

5. Acostumbrarles a que les den todo hecho: Hay niños que  están acostumbrados a que les den todo hecho y nunca han hecho el mínimo esfuerzo para aprender a hacer algo por sí solos. Este es un error grave, porque si no les damos pequeñas responsabilidades y les enseñamos tareas propias de cada edad, cuando crezcan se sentirán inútiles y no serán capaces de ser autónomos e independientes.

6. Gritarles: Muchas veces perdemos el control y terminamos gritando a nuestros hijos. Estos  gritos les acarrean muchas consecuencias negativas, ya que les podemos dar a entender que esa es la única forma de relacionarse con los demás.

7. Intentar educar igual a los hermanos: Como hemos comentado antes, cada niño es diferente. Una cosa es intentar transmitirles los mismos valores a los hermanos, que es lo correcto, y otra cuestión es que intentemos que sean iguales en todo, que no es correcto. Cada niño es distinto y se debe educar en la individualidad. Un hermano tendrá unos puntos fuertes y otros débiles que habrá que corregir, y no por ello el otro hermano será igual. En este artículo hablamos sobre ello.

8. Comparar a nuestros hijos:  Las comparaciones son odiosas y es algo a lo que los padres recurrimos constantemente. "Mira tu hermano como"…, "si fueras como tu amigo que"…, "mira tu primo lo bien que"… Debemos evitar las comparaciones y no atormentarlos continuamente al compararlos con los demás.

9. No limitarlos constantemente en cosas sin mucha importancia: Como ejemplo nos ponen que si tu hijo te hace un buen dibujo en la pared de casa, seguramente te vas a enfadar y gritarle, pero la idea es sopesar si es para tanto. Quizás el dibujo es bueno y debemos proporcionarle los medios para hacerlo en otro lugar más adecuado. Hay que darles cierto margen de actuación para que explore y descubra poco a poco sus intereses, capacidades y limitaciones.

10. No comunicarnos con nuestros hijos: En este blog no nos cansamos de decir una y otra vez que la comunicación con nuestros hijos es de vital importancia. Da igual la edad y el tema, lo importante es hablar con ellos y escuchar lo que nos tienen que decir, crear confianza para que sean capaces de contarnos cualquier problema o duda que tengan. Una buena comunicación creará un buen vínculo entre padres e hijo.

Accidentes infantiles: quemaduras

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Es muy normal que el algún momento nuestros hijos puedan sufrir quemaduras debido a algún accidente o descuido. Los niños pequeños suelen ser muy curiosos y tienen la piel muy sensible, por eso es nuestro deber estar atentos y protegerles de una posible quemadura.

Si la quemadura es leve, se puede tratar desde casa y no entraña mayor peligro, pero si la quemadura es algo más serio, debemos acudir a un hospital sin pensarlo.


A continuación les enumeramos algunas causas comunes por las que nuestros hijos podrían sufrir quemaduras:

Debido al vapor (de algo que se cocina, del baño o la plancha), los niños podrían sufrir escaldaduras. Siempre hemos de estar atentos cuando estemos cocinando y probar el agua antes del baño.

Contacto con llamas u objetos calientes: Puede ocurrir también en la cocina, en la chimenea, secador de pelo y algunos electrodomésticos que emanan calor o fuego.

Quemaduras por químicos: Ocurren al tragar sustancias peligrosas, como lejía, detergentes, pilas pequeñas o cuando se derraman líquidos peligrosos y causan contacto con la piel.

Quemaduras eléctricas: cuando ocurre debido a algún cable suelto o al meter los dedos en un enchufe, etc.

Quemaduras por el sol: cuando los sobre-exponemos al sol sin protección.

Las quemaduras se clasifican en 1er, 2do y 3er grado, dependiendo del daño ocasionado en la piel. Las más leves son las quemaduras de primer grado y generalmente producen enrojecimiento en la piel o hinchazón, además de dolor. Las quemaduras de segundo grado pueden producir ampollas y el área quemada pues ser más rojiza y las de quemaduras de tercer grado, son evidentemente las más peligrosas y pueden producir entumecimiento debido al daño causado en el sistema nervioso.

Cualquiera de estos tipos de quemaduras puede ocurrir debido a los accidentes mencionados anteriormente. Debemos actuar con rapidez para reducir la temperatura del área quemada y evitar daños mayores en los tejidos.

Cómo actuar cuando algún niño sufre una quemadura:

Si su hijo sufre una quemadura de primer grado, lo primero que se debe hacer es quitarles la ropa alrededor del área quemada y echarles agua fresca en la quemadura. A continuación debemos pondremos alguna crema de aloe vera varias veces al día sobre el área afectada. Si quiere puede protegerlos con una tirita, aunque no es muy recomendable en los más pequeños.

Si su hijo sufre una quemadura que sospecha puede ser de segundo o tercer grado, inmediatamente se debe acudir al hospital y buscar atención médica al igual que si la quemadura es de más de 5 centímetros de diámetro, si la quemadura es por fuego, por electricidad o por tragar algún elemento químico. Si la quemadura se produce en la cara, manos o genitales o si cree que puede haber infección, también debería acudir a un especialista.

Mientras espera la llegada del médico, mantenga a su hijo recostado con la zona afectada lo más elevada posible. Tenga cuidado de no quitar la ropa que esté adherida a la piel ni romper ninguna ampolla.

Si cree que su hijo ha ingerido alguna sustancia química o se ha tragado algún objeto, no deje de acudir a urgencias inmediatamente.

Lo ideal es que evitemos este tipo de situaciones. La precaución es la mejor solución a las quemaduras y los padres podemos reducir el riesgo de que nuestros niños sufran este tipo de accidentes. Mantenga los mecheros, cerillas, químicos, velas, etc, lejos del alcance de los niños y cuando vayan a estar expuestos al sol, siempre aplicarles crema protectora, no sólo cuando van a la playa o piscina.

Jóvenes y alcohol

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Ahora que se acerca la Navidad, me gustaría hablar sobre un tema importante en la educación de nuestros hijos. Durante la etapa de la adolescencia, los chicos ya empiezan a asistir a fiestas y lugares donde el alcohol está presente y a su alcance, a pesar de las normas establecidas en la sociedad.

Es muy importante que eduquemos a nuestros hijos sobre el alcohol, porque a largo plazo, las consecuencias pueden ser mayores y puede llegar a convertirse en un verdadero problema.



Está comprobado estadísticamente, que el 80% de los jóvenes que han terminado el colegio, se han emborrachado al menos una vez en su vida y muchos de ellos son alcohólicos.

El alcohol es una droga, que tiene efectos tan dañinos como la marihuana o el tabaco y es relativamente fácil de conseguir, ya que está presente en muchas celebraciones y fiestas a las que asisten nuestros hijos. 

No siempre son los hijos de los demás, los que se emborrachan y los padres deberíamos ser capaces de identificar cuando este problema ataca a nuestros propios hijos, pero lo más esencial, es tener comunicación con ellos desde que están en la pre-adolescencia, para que sean conscientes de los peligros que el alcohol puede causarles.

Lo principal es darles ejemplo. No podemos alertar a nuestros hijos del problema del alcohol, si los padres nos emborrachamos a menudo. Nosotros somos su principal referencia y modelos a imitar. Se ha de tomar especial precaución en el mensaje que les transmitimos cuando tomamos alcohol.

Los adolescentes suelen tomar alcohol los fines de semana, ya que es cuando suelen tener las actividades de ocio. Cuando se inician en las bebidas alcohólicas, los jóvenes necesitan muy poca dosis para emborracharse y muchos creen que si toman bastante el fin de semana, pero no lo prueban durante el resto de la semana, que no es tan perjudicial para el organismo.

Muchos niños empiezan a tomar alcohol a la edad de 12 años, una edad en la que son totalmente influenciables por sus amigos, una edad en la que "tener el puntillo" es divertido y beber los hace ser más "guays" y agradables con los demás. Los niños más inseguros o tímidos, tienen más posibilidades de tomar alcohol, porque eso los desinhibe y se creen mejor adaptados en el círculo social. Ahí es donde los padres debemos educarlos y darles pautas para que aprendan a disfrutar y a celebrar sus jornadas de ocio, sin necesidad de tomar alcohol para divertirse. Hay que ayudarles a generar confianza en sí mismos, a aprender a lidiar con sus problemas y podemos fomentar actividades sanas, como el deporte o invitar a sus amigos a casa, para que se diviertan de forma más sana.

Debe quedar claro que el alcohol es una sustancia tóxica para nuestro organismo y que una vez 
consumido tiene que desaparecer de nuestro cuerpo, con las consecuencias que ello conlleva para la salud. El alcohol también causa problemas de aprendizaje, de memoria y merma la capacidad de pensar. La adolescencia es una etapa crucial para el desarrollo cerebral, por lo que el consumo de alcohol puede tener consecuencias negativas a largo plazo en su vida de adulto/a.

Hablemos con nuestros hijos, en un entorno relajado, sin reproches ni sermones, intercambiemos con ellos sus impresiones al respecto y ayudémosles a diferenciar el uso del abuso del alcohol, porque mientras más información tengan, mejor preparados estarán para afrontar el tema de las bebidas alcohólicas.

Algunos libros que hablan sobre el tema de los jóvenes y el alcohol y puedes adquirir a través de Amazon:


ADOLESCENTES, ALCOHOL Y DROGAS (NIÑOS Y ADOLESCENTES)
Adolescentes y alcohol : cómo son?, qué inquietudes tienen?, por qué razones beben?:recomendaciónes para padres y educadores
Adolescentes, ocio y consumo de alcohol

El acoso escolar o bullying

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El acoso escolar, también denominado bullying, es un problema muy extendido que afecta a niños de todas las edades y diferentes ámbitos. Es un problema serio al que se le debe dar importancia y dar todo el apoyo al niño o niña que lo está sufriendo.

El acoso escolar es el maltrato, ya sea físico o psicológico que recibe un niño por parte de sus compañeros en el centro escolar y a veces puede provocar situaciones dramáticas, por lo que no se debe minimizar o restar importancia.


Lo primero que se debe hacer cuando sabemos que nuestro hijo está siendo acosado, es intentar averiguar cuál es la causa de ese acoso. ¿Es por algún motivo de envidia? ¿Es por que nuestro hijo tiene un carácter introvertido y por lo tanto es un objetivo fácil? El bullying ya se puede manifestar en edades tempranas y generalmente los acosadores suelen ser niños más fuertes o más populares, que se ceban una y otra vez acosando a los más débiles o introvertidos.

Los padres y educadores debemos estar alerta ante estas situaciones. Sobretodo hay que darles confianza a nuestros hijos para que nos expliquen sus problemas, porque muchas veces este acoso es silencioso por parte de la víctima y los compañeros no lo denuncian por miedo a represalias por parte de los acosadores.

Si un niño nos dice que está siendo acosado por algún compañero, lo primero que de debemos hacer es intentar aumentar su autoestima, dedicarle el tiempo necesario y brindarles nuestro apoyo incondicional. Al niño acosado se le debe enseñar a defenderse con la palabra y darle pie a que expongan esas situaciones injustas con los adultos más cercanos.

Un buen método sería intercambiar los roles con el niño, de modo que éste represente al acosador y los padres al niño acosado, recreando las situaciones que éste vive en el colegio y los padres les mostramos cómo debe de actuar ante esas situaciones. De esta forma, el niño puede implementar en la escuela lo que han aprendido y sabrán cómo actuar. Si el niño va preparado al colegio y se siente apoyado por los adultos, ello le permitirá rebajar el nivel de estrés y elevar su autoestima.

El niño debe aprender a encajar bien las bromas y no ponerse nervioso o enfadarse, porque esta situación la aprovechan los acosadores para burlarse y cebarse con las víctimas.

Lo más importante es la comunicación entre padres e hijos. El acoso escolar o bullying es un problema muy grave que en las situaciones más radicales, pueden terminar en suicidio, así que los padres debemos estar atentos ante cualquier cambio en el comportamiento, cualquier moratón o golpe que veamos o si vemos que de repente nuestro hijo no quiere ir al colegio.

El otro día ví una película que abordaba este tema de cerca, entre otras cosas, que se llama Disconnect. En ella reflejaba los sentimientos de un niño que pasa por una situación complicada y sus consecuencias.


Si los padres no nos sentimos capacitados para lidiar con este problema y somos conscientes de que nuestro hijo sufre acoso escolar, debemos consultar a los expertos, pero nunca dejar de lado este problema.

Aquí os mostramos algunos libros que pueden ayudar sobre este tema y puedes adquirir a través de Amazon:



Jóvenes y alimentación saludable

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Muchas veces los padres hablamos delante de los hijos sobre lo "gordos" que estamos o la dieta que debemos empezar, sin pararnos a pensar en la reacción que pueden ocasionar estos temas en los niños. 

Hay que pensar que los adolescentes son muy sensibles con su peso corporal, pues la sociedad les ha metido en la cabeza que no hay nada como estar delgada/o y tener un cuerpo 10. Si los padres le damos demasiada importancia a ese tema, podemos cambiar de forma inconsciente la forma de pensar de nuestros hijos, haciéndoles plantearse cosas en las que antes no pensaban.



Quizás nuestros hijos nunca habían escuchado la palabra "sobrepeso" o "dieta" hasta que lo escuchan de los mayores. Entonces se empiezan a interesar y cambian su percepción respecto a los demás. Es importante que desde pequeños les enseñemos que hay gente con diferentes tallas y formas y que lo importante es mantener un peso saludable y alimentarse de forma variada y nutritiva. Tan malo es el sobrepeso como estar por debajo del peso adecuado. Los niños necesitan alimentarse de forma correcta para crecer y desarrollarse. Si usted nota que su hijo está por debajo o por encima del peso adecuado, es aconsejable consultar un especialista en nutrición.

Debemos evitar hablar de "comida mala" y "comida buena", sino de comida sana e insana e intentar aclarar a nuestros hijos por qué un tipo de comida cae en una de esas categorías.

Las comidas sanas son aquellas que nos aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes que nuestro cuerpo necesita para crecer adecuadamente, como las frutas y verduras, la proteína de la carne blanca como el pollo, pavo o pescado, productos lácteos como el yogurt o el queso, aceite de oliva, aguacate o frutos secos, etc.

La comida insana es aquella que no nos proporciona casi ningún nutriente y contiene grasas saturadas, como las frituras, pasteles, helados, bebida gaseosas, etc. Estos alimentos deberíamos dárselos a nuestros hijos de forma esporádica.

Comer en familia favorece una buena alimentación y además es ideal para la comunicación entre los miembros de la familia. Se debe establecer una buena relación entre los niños y los alimentos y enseñarle a que disfruten todo tipo de alimentos sanos.

Una buena idea es incitar a los niños a que preparen los platos con los padres. Hacer comidas coloridas o cortar las verduras de forma divertida puede ser un aliciente para los niños.

Evite forzar a su hijo a que se termine todo el plato, pero ínstele a probar los alimentos que se le ofrecen. Por lo menos dos mordiscos de cada cosa, para que se lleven el sabor de los diferentes alimentos.

Nunca castigue a su hijo por no comer o por comer demasiado, pues esto le puede llevar a tener sensaciones negativas sobre la comida. Es mejor enfocarse en darles de comer alimentos de todos los grupos, tres comidas diarias y dos meriendas. No debemos prohibirles terminantemente que coman comida basura, pero sí enseñarles a controlar lo que comen y a elegir la comida sabiamente. Si les hacemos saber a nuestros hijos la importancia de comer sano y mantener un peso adecuado, les ayudaremos a ser personas saludables y fuertes.


Sorteo Libros y cuentos Ediciones Dylar

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Hola a todos, Educando a nuestros hijos por cortesía de Ediciones Dylar y Queralt Edicions, os quiere proponer un nuevo sorteo.  

Ahora que se acerca la Navidad, qué mejor que regalarle a nuestros hijos cuentos con valores, o libros de actividades para que aprendan de una forma divertida.

Ediciones Dylar tiene una amplia variedad de material didáctico y educativo con el que nuestros hijos aprenden a través de los cuentos o los cuadernos de apoyo tanto de ortografía como matemáticas o inglés. La verdad es que es un material muy interesante y bastante asequible para los padres.

Asímismo, Ediciones Dylar ofrece cuentos de lectura comprensiva, que vienen acompañados de un cuadernillo para reforzar lo que han aprendido. Sus títulos son muy ingeniosos y el contenido es perfecto para transmitir valores como la amistad, la unidad familiar, compartir con los demás, etc.

Además de todo ello, también cuentan con "packs" de cuentos para aprender los números, los colores, los conceptos básicos, el abecedario, etc. 

En esta ocasión vamos a hacer dos sorteos. Uno exclusivamente para Cataluña con dos libros en catalán, por cortesía de Queralt Edicions:



L'Aleix i el dinosaure : Conte en què els protagonistes són l’Aleix i el seu amic dinosaure (en Rampó). El text, en lletra lligada, narra una sèrie d’aventures pròximes a qualsevol nen que afavoreix que coneguin CENTRES D’INTERÈS (el col·legi, el mercat, la platja, el Nadal...) i VALORS (amistat, responsabilitat, generositat, companyonia, respecte...).

En Manel i l'ascensor enfadat: En Manel és un nen entremaliat que no respecta els ascensors. En aquesta història, en Manel aprendrà a respectar les coses que són d’ús comunitari i no ho oblidarà fàcilment.

El otro sorteo será para toda España y habrá un cuento de lectura comprensiva en castellano y uno en inglés para practicar los opuestos:



El Ogro cantarudo: Cantarudo es un ogro muy particular que baila por las calles, canta en el teatro y tiene un montón de amigos con los que habla por teléfono y les invita a merendar. Con este cuento se busca desmitificar al ogro y aprender a valorar la amistad.

Lucinda the witch (Tales of Opposites): Cuento EN INGLÉS que explica los conceptos GRANDE / PEQUEÑO con una historia muy sencilla y con una ilustración que por si misma identifica claramente el concepto básico que se pretende, practicando al mismo tiempo la comprensión lectora. Es para niños mayores de 3 años.

Es muy fácil participar en nuestro concurso, sólo tienes que seguir las siguientes bases y tener suerte:

1. Para participar debes ser fan de nuestra página en Facebook. Para ello puedes pulsar el recuadro "Me gusta" en la misma página http://educarloshijos.blogspot.com o ir directamente a nuestra página en Facebook: Educando nuestros hijos y darle a "me gusta".

2. Una vez eres fan, debes encontrar la foto de los "packs" de cuentos en la que promocionamos el sorteo (elige si los quieres en catalán o en castellano) y compartirla dándole al recuadro que pone "compartir" o "share" debajo de la foto, indicando en la ventana que compartes con el "público" para que podamos registrar el voto.

3. Luego deja un comentario debajo de la foto con tu nombre de Facebook y la ciudad, indicando que ya has participado y cuál es la sección que más te interesa de nuestro blog.


4. El último día para participar en el sorteo es el 15 de noviembre de 2013 a las 19 horas (hora de España).

5. El sorteo es válido para España, Baleares y Canarias. 

Te deseamos mucha suerte y esperamos que participes en nuestro concurso. El ganador o ganadora se dará a conocer el 16 de noviembre en nuestra página de facebook. Suerte y diviértete aprendiendo  con unos valores de toda la vida.

Hacer los deberes o tareas con los hijos

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El tema de los deberes escolares ha sido motivo de debate entre algunas madres y padres que a veces charlamos a la salida del colegio. Unos piensan que son necesarios muchos deberes para que el niño refuerce sus conocimientos y siga aprendiendo y por otro lado, otros padres piensan que es exagerada la cantidad de tareas diarias que los niños tienen.


El horario escolar en España, por lo general es de 9 a 5 de la tarde, como media, con dos horas al medio día para comer. Desde mi punto de vista, los niños tienen muy poco tiempo para estar en casa, para jugar, compartir con la familia, bañarse, cenar, etc. Pienso que se deben poner deberes, pero con cierta mesura, ya que es importante que los niños tengan ciertas responsabilidades y estudien lo aprendido en clase, pero no me parece normal que a cierta edad, hayan niños que estén hasta las 10 de la noche haciendo las tareas escolares.

Las familias han cambiando, la mujer está integrada también en el mundo laboral y los padres generalmente no disponen de tanto tiempo para ayudar a sus hijos a hacer los deberes. A veces ese tema causa tensión en las familias, ya que algunos padres no se ven capacitados para ayudar a sus hijos, ya sea por poco tiempo o por desconocimiento de los temas tratados en la escuela.

El otro día leía en La Vanguardia un artículo sobre los padres que hacen deberes con sus hijos, donde comentaban que los deberes escolares nacen de la necesidad de complementar lo que se hace en la escuela y que para algunos, si no hay deberes, parece que no se trabaje lo suficiente.

Existen otros países en los que el colegio tiene un horario intensivo (hasta las 2 o 3 de la tarde) en el que los niños hacen sus tareas y tienen tiempo de ocio, tan necesario para ellos. A mi entender, los niños tienen que jugar, que hacer deporte, que desarrollar su imaginación (y no me refiero a los videojuegos) o hacer otra actividad que les permita distraer la mente. En ese caso, el tiempo dedicado a cada actividad está mejor compensado.

Es cierto que la familia tiene que motivar y apoyar a los niños cuando hagan sus deberes, sin imposiciones y acudiendo a su llamada cuando necesitan ayuda. Ello no quiere decir que los padres le hagan la tarea a los niños, para terminar más rápido o para salir del paso. Se ha de mantener una actitud positiva y ayudar a los hijos a sacar sus propias conclusiones y superar los retos establecidos.

A veces el tiempo es nuestro peor enemigo y es difícil inclinar la balanza hacia un lado u otro. Está claro que los niños tienen que aprender, que los padres muchas veces estamos sobrecargados y que los profesores tienen que enseñar, pero a veces no sólo los conocimientos académicos son los que hacen a una persona más brillante. La autoestima y la inteligencia emocional son factores clave en la personalidad y formación de una persona. No sé, ¿qué piensan ustedes?

Alimentación niños: Pescado

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Hay muchos niños a los que no les gusta el pescado y es un alimento muy nutritivo con un elevado valor biológico y una cantidad de proteínas similar al huevo y a la carne. El pescado azul y el marisco, poseen una mayor cantidad de proteínas.


A partir del año, ya el bebé puede introducir el pescado en su dieta, siempre teniendo cuidado por si se observa alguna alergia.

Para que los niños se acostumbren a comer pescado, aquí os proporcionamos algunos trucos interesantes:

Es mejor comprar pescado de buena calidad y sin espinas, sobretodo para empezar, ya que las espinas harán que los niños sean reacios a volver a comer este alimento. En el mercado existe una gran oferta de pescado fresco o congelado, como merluza, lomos de bacalao, etc que están libres de espinas.

Sería bueno también intentar evitar los pescados con sabores demasiado fuertes o intentar disimular el sabor con especias o hierbas aromáticas. También podemos facilitarles las cosas si les desmenuzamos el pescado a trocitos y lo mezclamos con el resto de la comida.

Es mejor no cocer mucho el pescado para que no quede muy seco. La forma ideal de presentar el pescado a los niños, es rebozado, sin demasiadas salsas. Luego poco a poco ya se puede ir cambiando la presentación, una vez nuestros hijos ya se hayan adaptado a su sabor y textura.


Otra opción es hacer hamburguesas o albóndigas de pescado. También si lo mezclamos con otros alimentos que le gusten a nuestros hijos, siempre tendrá más aceptación, por ejemplo, macarrones con atún o croquetas, etc.

Si utilizamos estos trucos, poco a poco los niños se irán acostumbrando al delicioso sabor y variedad que nos ofrece este nutritivo alimento, que tantas proteínas y vitaminas les aportan.

Educando a niños de 6 a 12 años

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Los niños de 6 a 12 años, ya empiezan una nueva etapa en la que aparecen nuevos protagonistas: los aparatos tecnológicos, la televisión y los teléfonos móviles.

Mi hijo va a cumplir 7 años y si por él fuera, estaría jugando todo el día con las tabletas, los móviles o las videoconsolas. Nosotros le hemos restringido el uso de estos aparatos a los fines de semana, pero es una lucha constante a la que sería muy fácil ceder, pues mientras ellos están jugando, nosotros tenemos más tiempo para realizar otras tareas o simplemente descansar de un día agotador, sin embargo debemos hacer un esfuerzo, pues esta es una etapa muy importante en la que los padres debemos estar presentes y tener cuidado para lograr que nuestros hijos maduren de forma adecuada y no caigan en las redes de la tecnología. Como hemos comentado varias veces, estos aparatos no son malos, siempre y cuando se tenga mesura y se pongan los límites adecuados.

Esta etapa en la vida de nuestros hijos, es crucial para formarles en valores y afianzar la autoestima, para que en un futuro puedan tomar sus propias decisiones y tengan una buena base, además de costumbres y valores positivos.

Los niños de 6 a 12 años son muy influenciables. Por eso también debemos estar al tanto de los amigos de nuestros hijos, pues ellos ejercerán una gran influencia, compitiendo con la educación que los padres y profesores les damos a los hijos. Hay que seguir de cerca las amistades, hablar mucho con ellos para que nos cuenten cosas sobre las relaciones con sus amigos.

También es importante en esta etapa, que los niños se responsabilicen de sus tareas escolares y adquieran hábitos de estudio. No sirve que hagan sus deberes de forma rápida para salir del paso, sino que debemos educarlos para que hagan las cosas bien, limpias y ordenadas, porque esa base les servirá para el futuro. Los niños tienen que esforzarse y deben saber que las cosas se ganan con esfuerzo y constancia. Si les damos todo lo que quieren, los niños se creeran los dueños del mundo y cuando sean mayores exigirán conseguir las cosas sin el menor esfuerzo.

Es normal que los niños de 6 a 12 años no sean tan cariñosos y apegados como en la etapa anterior. A esta edad, muchos quieren ser más independientes y les cuesta mostrar su afecto, pero ello no quiere decir que no necesiten sentirse queridos. Los padres debemos ser cariñosos con ellos, haciéndoles saber que los queremos y velamos por ellos.

Es imprescindible enseñar a nuestros hijos en esta edad a respetar a las personas, a no juzgar ni catalogar a nadie por su apariencia o condición social y a respetar a las personas adultas, a sus maestros y por supuesto a sus padres.


Consejos a padres de adolescentes

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Hace poco hablamos sobre algunas pautas para los padres de hijos en edad adolescente. Hoy quiero continuar hablando del tema y transmitir unos consejos que me han parecido interesantes para lidiar con nuestros hijos adolescentes:

Desconectar un poco: los padres no nos podemos obsesionar con los problemas de nuestros hijos adolescentes. Dedemos estar a su lado para lo que necesiten, pero en cierto modo, debemos tratar de darles cierta independencia para que ellos mismos vivan su vida. A veces los padres nos rompemos la cabeza tratando de solucionar algún embrollo en el que se han metido nuestros hijos, cuando ellos ya lo han solucionado por su cuenta.

Mantengamos la comunicación: con los adolescentes es difícil la comunicación. A veces uno tiene la sensación de que cada vez que intentamos hablar, la conversación se convierte en un monólogo, pero hay que seguir insistiendo en las cosas importantes. Hablémosles de las drogas, el alcohol, el tabaco y el sexo. Intentemos no dar rodeos a estas palabras y explicarles las cosas con claridad. Puede parecer que no nos están escuchando, pero la verdad es que en algún momento clave, ellos recuerden todos nuestros consejos y la educación que les hemos dado.

Estar alerta: Puede ser que nuestro hijo adolescente sea maleducado o rebelde algunas veces y nosotros no le damos importancia, (porque está en esa edad de la adolescencia donde estos comportamientos son normales), pero hay que saber distinguir, cuándo esos comportamientos pueden ser un problema grave. Si nuestro hijo o hija adolescente actúa así en el hogar pero tiene un buen comportamiento fuera de casa, con los compañeros o el resto de familia y amigos, entonces no debemos preocuparnos mucho, pero si tiene problemas en el colegio, con los profesores o con amigos, hay que estar pendientes y vigilarlos de cerca. Debemos observar si tienen conductas obsesivas, tales como dejar de comer, comer en exceso, hacer mucho ejercicio, jugar a videojuegos violentos, soledad o desapego en la familia. Si ese es el caso, sería bueno contactar con un psicólogo o buscar ayuda profesional, para que el problema no vaya a más.

Recuerden que la edad de la adolescencia es muy compleja. Todos los adultos pasamos por ella y sabemos que no fue fácil. Es una gran transformación la de convertirse de niños a adultos, que incluye cambios tanto físicos como psíquicos, por lo que debemos tener mucha paciencia y ser comprensivos hasta cierto punto. No olvidemos que también deben tener sus límites bien establecidos.

Recomendamos estos libros para facilitarnos la comunicación y la comprensión de esta etapa:

Alimentación niños: frutas y verduras

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Es muy importante que los niños coman frutas y verduras. Personalmente no soy el mejor ejemplo para demostrarlo, ya que de pequeña aborrecía estos alimentos. Por eso me gustaría transmitir unos trucos para que los niños coman más variedad de frutas y verduras y poco a poco las vayan incluyendo en su alimentación.


Es vital que las comidas se hagan de forma relajada, todos sentados en la mesa, sin el televisor encendido y sin prisas.

Algunos consejos para que los niños coman verduras:

Si no les gustan crudas, se puede probar con zumos o cremas de verduras. Un zumo de zanahoria y manzana es muy saludable y está rico, por ejemplo. Una crema de calabacín, cebolla y otras verduras, es muy suave y fácil de hacer.

Las verduras se pueden esconder dentro del plato principal. Por ejemplo, si se hace pasta, es muy fácil esconder los trocitos bien pequeñitos, con verduras blancas que pasan más inadvertidas.

Podríamos presentarles las verduras de forma divertida. Podemos hacerlo en forma de carita, o con figuras geométricas e incluso animar a nuestros hijos a que preparen pinchos con diversas verduritas.

 Las verduras crudas son muy saludables. Hay muchos niños a los que les encanta morder cosas crujientes. Si no les gusta, siempre se pueden hacer en puré.

Podemos mezclar las verduras, por ejemplo con puré de patatas, las machacamos o añadirles queso, alguna salsa o sus ingredientes favoritos.

Intente no apartarle los trocitos de verdura de la comida para que se acostumbren a ella.

Y sobretodo, no desistir. El primer día costará que se la coman, pero a base de seguir insistiendo, llegará un momento en el que terminará probándola y se acostumbrará a comerlas habitualmente.

Trucos para que los niños coman más frutas:

Al igual que la verdura, la fruta en zumos es deliciosa y de fácil aceptación por parte de los niños.

Es bueno siempre tener una cesta con fruta variada, que se vea apetitosa y donde nuestros hijos puedan escoger diariamente alguna pieza. Al principio es mucho mejor llevarles la fruta ya preparada, es decir, pelada y cortada, sin añadirles azúcar.

Los padres debemos dar el ejemplo. No podemos pretender que nuestros hijos coman fruta si nosotros no lo hacemos. Recordemos que los niños tienden a imitarnos.

También podemos añadir fruta fresca en alguna tarta o pastel y también mezclarla con yogur o natillas.

Habituarlos a ponerles fruta en la merienda también es una buena costumbre. Entre todos podemos hacer que nuestros hijos tengan una alimentación más saludable.

Adolescentes y padres

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La adolescencia es una etapa muy compleja, con la que no todos los padres saben lidiar. Muchos adolescentes critican la forma de comportarse de sus padres, sus reacciones y desaprueban cualquier comentario o decisión que éstos tomen.


Para facilitar esta relación padres-adolescentes, queremos compartir algunas pautas que pueden facilitar el entendimiento entre las dos partes:

La primera regla es saber escuchar, tanto los padres como los hijos necesitan ser escuchados y que puedan colocarse en el lugar del otro. No siempre los padres vamos a tener la razón en todo y los adolescentes necesitan que no nos mostremos insensibles hacia su punto de vista y que mantengamos una actitud de empatía con ellos. A veces los padres adoptamos posturas innegociables sin tener en cuenta sus sentimientos o motivos por los que nos reclaman y ello provoca una discusión que no nos lleva a ningún lugar.

Otra pauta importante es que los padres nos tomemos interés por las actividades que nuestros hijos realizan. Aunque no lo confiesen abiertamente, a los adolescentes les gusta que estemos pendientes de ellos, que les demos afecto y colaboremos a aumentar su autoestima. Muchos de nuestros hijos evitan la convivencia familiar y se muestran distantes, pero ello es porque no quieren a unos padres excesivamente preocupados y encima de ellos pues necesitan su propio espacio.

Nuestros hijos quisieran que los padres aceptáramos sus decisiones, su forma de vestir o su modo de comportarse de forma incondicional, por ello se forman muchas disputas en las que es importante que los padres nos mantengamos firmes, sin embargo, debemos hacerles saber que aunque no nos guste algo de su aspecto físico o no nos gusten los lugares que frecuentan, nosotros siempre les vamos a querer y nuestro cariño hacia ellos es el mismo, pues a esta edad los jóvenes son muy inseguros y necesitan sentir el mayor afecto posible.

Sería bueno dejarles un margen de libertad, confiar en ellos y propiciarles un espacio en el que sientan que pueden tener su propia intimidad. Los padres no debemos leer su diario, ni mirar su correo electrónico, ni rebuscar entre sus cosas y respetar su derecho a intimidad. Quizás escribiendo se liberan de algunos contenidos que luego podrían ser fuentes de conflictos en la familia. Vamos a intentar darles confianza para que nos cuenten sus problemas y se abran a nosotros con naturalidad.

No nos olvidemos que los padres somos un referente constante para nuestros hijos y debemos darles ejemplos en la vida cotidiana de cómo debería ser un buen comportamiento, de cómo pueden abrirse el paso ante el futuro y mantener una actitud positiva con sentido del humor y con optimismo. Los padres siempre seremos una guía para nuestros hijos, aunque debemos dejar que piensen por sí mismos, que se equivoquen y vuelvan a comenzar mientras toman sus propias decisiones. A ellos les gusta que los tratemos como adultos y así debemos hacerlo, siempre y cuando también lo sean cuando se les exigen ciertas responsabilidades en el hogar.

Primero de primaria

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Cuando mi hijo empezó el curso de Primero de primaria, con casi 6 años, no me imaginaba el gran cambio que iba a suponer. Estábamos acostumbrados a las fichas de dibujar, a leer una página de libros muy simples cada viernes o a aprender letras y números. En primero de primaria, ya hablamos de responsabilidades mayores y de una exigencia mayor: la lectura, escritura y operaciones matemáticas, juegan un papel importante en este curso y los padres debemos comunicarnos con nuestros hijos con la mejor fluidez durante todo el curso escolar.

Son unos cambios drásticos , pues en primero de primaria existen unos objetivos que hay que conseguir. Hay niños a los que les cuesta más que otros adaptarse, por lo que la ayuda en casa es imprescindible. Ojo, con esto no queremos decir que los padres debemos hacer los deberes con ellos, sino hacer hincapié en sus necesidades, su responsabilidad diaria y establecer una rutina de estudio que le sirva también para los años posteriores.

Sería conveniente que los niños que empiezan el primer curso de primaria, dispongan de un lugar propio de estudio, una mesa y una silla cómoda, convenientemente iluminadas, si es posible, con luz natural y sin distracciones, como la televisión o aparatos que les puedan distraer de sus tareas diarias.

A mi hijo le daban un libro pequeño para leer cada semana y los viernes tenían que hacer un comentario sobre el libro. La comprensión lectora es muy importante en esta etapa también. No sólo es necesario que aprendan a leer, sino que comprendan lo que están leyendo. Sería bueno estimular a nuestros hijos para que lean en el entorno que les rodea, es decir, cuando salimos a la calle, podríamos animarlos a que lean los carteles o cuando vamos al supermercado, podríamos darle la lista a ellos para que la lean y aprendan a buscar los alimentos. En la clase de mi hijo, les cronometraban cada lectura, para así comprobar la evolución a lo largo del curso. No hay que obsesionarse con cronometrar a nuestros hijos cada vez que leen un cuento, pero sí poner más atención, si vemos que no avanzan progresivamente.

En primero también los niños reforzarán la escritura, haciendo copias y repitiendo la caligrafía las veces que sea necesario.

En cuanto a las matemáticas, entre los 6 y 7 años, los niños se encuentran en una fase transitoria entre el período pre-operacional y las operaciones concretas. Es posible que en primero ya se inicien con las tablas de multiplicar, además de realizar problemas y operaciones sencillas, que serán más complejas a medida que avance el curso. También en primero, los niños aprenden a sumar y restar llevándose. Es importante saber el método que emplea el centro escolar para que en casa les ayudemos de la misma manera y no les causemos confusión. Generalmente se trabajan los números hasta el 1000.

Es un nuevo ciclo, pero con perseverancia y dedicación, se puede superar con creces y terminar el primer curso de primaria con buenos resultados. Durante las vacaciones, es bueno reforzar lo aprendido y animarles a seguir leyendo y realizando operaciones matemáticas, para que empiecen segundo con mayor facilidad.

Niños bilingües

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Hoy en día, en este mundo tan globalizado, es muy importante que nuestros hijos dominen al menos dos idiomas, generalmente el materno y el inglés, para que sean personas preparadas y tengan una mayor facilidad para desenvolverse en el entorno laboral y social en un futuro.


La mejor edad para la implantación de varios idiomas es de 0 a 4 años, ya que los bebés y niños de esta edad, tienen una capacidad enorme para asimilar sin demasiado esfuerzo uno o más idiomas. Su cerebro es capaz de realizar las conexiones necesarias que favorecen el aprendizaje de dos idiomas a la vez y mucho más si se le habla en ambos idiomas desde su nacimiento.

Si el niño o niña tiene la suerte de que cada uno de los padres habla un idioma distinto, se debería aprovechar esa oportunidad única que nos ofrece el cerebro humano: aprender varias lenguas a la vez. Cada padre debería hablarle en su idioma o cada uno en una lengua distinta aunque no se domine del todo ese segundo idioma, porque lo importante es aprovechar todos los recursos que tenemos para que los hijos aprendan el máximo posible. 

Por ejemplo, hoy en día es más fácil ponerles los dibujos animados en versión original o ponerles canciones infantiles que se encuentran disponibles en la red y los animará a aprendérselas y repetirlas, consiguiendo adquirir un vocabulario básico y útil.

Los niños que hablan varios idiomas desde pequeños, suelen ser más creativos, más ágiles y desarrollan la capacidad lectora y la memoria con más habilidad.

También es cierto que los niños que aprenden un segundo idioma, siempre habrá uno con el que se sentirá más cómodo a la hora de establecer sus relaciones, porque quizás es el más utilizado en el medio en el que se desenvuelven.

No es recomendable obligarlos a hablar en otro idioma, pero sí es importante facilitarles la oportunidad de iniciarse y practicar otro idioma hasta que se sientan cómodos para expresarse en esa lengua, sin que los padres los forcemos.

Existen cuentos, juegos, aplicaciones, canciones e infinidad de herramientas para lograr que nuestros hijos aprendan otro idioma de forma amena y entretenida. Hay que aprovechar todas las oportunidades y ser constantes. Si podemos reforzar este aprendizaje apuntándolos en una academia, los resultados serán mucho mejores. La idea es ser constantes y poner todos los medios para que nuestros hijos aprendan el idioma de la forma más natural y que disfruten con el aprendizaje.