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Separación de los padres

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Cuando los padres toman la decisión de separarse, es muy importante que le comuniquen esa decisión a sus hijos con un vocabulario de acuerdo a su edad y sobretodo incidiendo en que sus padres los van a seguir queriendo y que la decisión no ha tenido nada que ver con ellos y los seguirán viendo asiduamente.


La unidad familiar se rompe cuando unos padres se separan y los niños deben sentirse seguros y encontrar una coherencia nueva. El resto de la familia debe tomarse la noticia con la mayor calma posible siempre que estén con los niños y no influir negativamente haciendo comentarios desagradables sobre alguno de los padres. Hay que mantener el respeto por esa decisión e ir aceptándola poco a poco.

Los niños sufren mucho esa separación de los padres y muchas veces se sienten culpables, por ello es sumamente importante explicarles lo que está sucediendo para que puedan asimilarlo de la mejor forma posible. Tampoco los padres deben utilizar a sus hijos como “armas” contra el otro progenitor para intentar ganarse el apoyo de los hijos ni adoptar actitudes ridiculizantes ante la pareja. Lo ideal es terminar la relación de la forma más amistosa posible, siempre en beneficio de los hijos, pensando en su bienestar y tranquilidad. Por más que la relación se termine, la condición de padres nunca la van a perder.

Cómo afecta la separación de los padres a los niños de la primera infancia:

Niños de 0 a 2 años: en esta etapa no son muy conscientes, aunque sienten que pierden el contacto de una figura cercana y que el ambiente familiar no es el mismo. Ello puede causar una crisis y regresión en algunos objetivos alcanzados. Es ideal que los padres intenten ver a sus hijos de manera habitual y que el niño siga residiendo en el hogar donde ha vivido siempre. También sería importante que el niño tenga un rincón propio en el nuevo hogar del progenitor que se ha marchado de casa.

Niños de 2 a 5 años: En esta etapa ya se debe tener cuidado porque el niño puede sentirse responsable dela separación y puede volverse introvertido o egocéntrico. Es posible que experimenten ansiedad y mantengan la fantasía de que sus padres vuelvan a unirse. También durante esta etapa puede tener una regresión en sus habilidades y bajar su autoestima de modo que puede interferir en su desarrollo. Los padres deben intentar pasar el mayor tiempo posible con sus hijos, mantener el contacto constante y realizar actividades juntos (con el progenitor que se ha ido de casa) el máximo de tiempo posible.

Niños de 6 a 8 años: A esta edad, los niños experimentan una serie de sentimientos contra la separación de sus padres, como la rabia, impotencia, dolor y tristeza, además de sentirse culpables por la separación e intentar reunir a la familia de nuevo. En esta edad también les preocupan los temas económicos, la vivienda, la comida etc. Es posible que esta separación cause una bajada en el rendimiento escolar y que el niño intente llamar la atención para que los padres se vuelvan a unir. Hay que vigilar muy bien a los hijos, porque pueden llegar a un estado depresivo. Si se llega a la custodia compartida, los padres deben intentar por todos los medios que los hijos sigan con su rutina escolar, que mantengan el contacto con sus amigos y desarrollen las actividades normalmente. Si las relaciones entre los padres no son buenas, los hijos de esta edad, ya pueden pasar un mayor tiempo con el progenitor que ha abandonado el hogar y debe disponer de libertad para comunicarse con el por cualquier vía, cada vez que tenga necesidad.

Con el tiempo y poco a poco, los niños aprenden a aceptar esa nueva situación familiar y se dan cuenta que no son el único caso, ya que hay otros niños en su misma situación. Nuestra misión como padres es ser lo más objetivos posible e implicarnos en su educación y autoestima para que este gran cambio, les afecte lo menos posible en sus vidas.

Adolescentes y su imagen

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Una vez los niños llegan a la pre-adolescencia o incluso antes, empiezan a mostrar preferencias y quieren elegir personalmente su vestimenta y su aspecto personal.


Cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia, sienten la necesidad de ser independientes en todos los aspectos y la imagen que proyectan es muy importante para ellos. Para los adolescentes es muy importante sentirse valorados e integrados en su grupo social. Es común que quieran seguir la moda o tendencias del momento, para sentirse reconocidos e integrados en su grupo. Para muchos padres, esas tendencias y modas les pueden parecer inapropiadas e incluso estrambóticas, siendo un tema de conflicto con sus hijos adolescentes.

Cuando los niños son pequeños, los padres nos preocupamos en que estén limpios y bien vestidos, que vayan de forma adecuada al colegio y a otros lugares, pero llega un momento en que nuestra opinión empieza a perder fuerza y nuestros hijos empiezan a decidir lo que se quieren poner y cómo se quieren vestir. Generalmente suelen mostrar rechazo a todo lo que han llevado hasta ahora y suelen tener gustos opuestos a los de sus padres, pues piensan que ya no son niños y que deben mostrar un estilo propio, adecuado a su personalidad.

Los padres debemos restarle importancia a este tema, siempre y cuando no sea algo alarmante. Debemos ser capaces de "negociar" e intentar no mostrar demasiado rechazo a un tipo de vestimenta o una moda, pues el adolescente tiende a encontrarla más atractiva aún.

Algunos jóvenes se toman muy en serio su imagen física y llegan a sentir ansiedad y preocupación por cómo los ven los demás. Muchos se sienten influenciados por las marcas y modas que han creado las multinacionales y sienten necesidad de ir vestidos tal como dicta la industria de la moda. Su imagen está relacionada con su autoestima y por supuesto que para ellos es de vital importancia.

Los padres podemos orientarles y dejarles libertad para elegir, pero sin caer en la tentación de proporcionarles todo lo que nos pidan, por ejemplo, asignando un presupuesto y ayudándolos a adaptarse a su entorno social con responsabilidad y de forma racional.

Lectura para padres

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Hace unos días les recomendábamos diferentes tipos de lectura para niños en las diferentes etapas de su infancia. Hoy queremos recomendarles algunos libros interesantes para padres que nos pueden guiar en la educación de nuestros hijos.


Es importante que nuestros hijos lean, pero también que nosotros lo hagamos. Algunos libros nos pueden ayudar a clarificar dudas sobre las diferentes etapas de nuestros hijos o sobre algún tema en concreto. Aquí os dejo una pequeña lista de libros interesantes para padres clasificados por los diferentes temas.

Primera Infancia

Padre, el último mono (Berto Romero) : Este libro está dedicado exclusivamente a los papás. A veces, cuando llega un bebé a casa, algunos padres se sienten excluidos y se sienten ignorados. En este libro, escrito en tono humorístico, con el cual los padres aprenderán entre risas, como lidiar con esta situación.

Cuidados del bebé para padres primerizos (Francesc Williams): en este libro se encontrarán consejos muy útiles para los que son padres por primera vez.

Mi bebé de 0 a 3 años (Coco Valero): Este libro trata sobre los diferentes cambios que experimenta el bebé hasta los 3 años, con consejos muy interesantes sobre salud, alimentación, higiene, el sueño, etc.




Educación emocional

El desarrollo emocional de tu hijo (Roser Pérez Simó) : Este libro se centra en el aprendizaje del niño, guiado por los padres que desde el primer momento aprenden a interpretar las señales de sus hijos, proporcionándoles ternura y emotividad.

Inteligencia emocional infantil y juvenil (Linda & Goleman): Un libro que invita a relajar el cuerpo y la mente, a la vez que fomentamos las 5 competencias básicas de la inteligencia emocional en nuestros hijos.



Conflictos

Tu hijo: problemas y conflictos : En este libro, Bernabé Tierno nos ofrece unos consejos sobre cómo lidiar con los diferentes conflictos que surgen durante la primera etapa de la infancia, ya que estos años son fundamentales para construir su personalidad.

Ni rabietas ni conflictos (Rosa Jove): Trata sobre cómo lidiar con las rabietas, cuando los hijos, en busca de su independencia, estallan emocionalmente.



Comunicación entre padres e hijos

Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen: Este libro de Adele Faber ha tenido mucho éxito. Muchas veces los padres oímos a nuestros hijos pero no les escuchamos. En él nos proporcionan métodos innovadores para aprender a escuchar y comprender.



Celos

¡Claro, y yo qué! Los celos infantiles (Mª Victoria Tabera): Este libro nos proporciona consejos para tratar los celos de nuestros hijos.

El niño celoso (Juan Manuel Ortigosa): Cuando llega un nuevo hermano a veces provoca la aparición de celos con conductas que alteran la convivencia en la familia. Este libro ayuda a los padres cuando se sienten desbordados por los celos de su hijo o hija.

Los celos (Danielle Dalloz) : Una guía para superar esa etapa en que los niños demuestran celos, explicada con sencillez.



Agresividad

Agresividad infantil (Isabel Serrano): En los últimos años se han incrementado los casos de agresividad infantil. Este libro nos proporciona pautas para identificar y solucionar el problema.

La agresividad (Edwige Antier): Otro libro que nos ayuda a lidiar con niños agresivos.



Miedos

El niño miedoso (Francisco Xavier Méndez): A veces los niños tienen problemas para ir a la cama, debido al miedo o terrores nocturnos. Esta guía nos ofrece consejos y soluciones para detectarlos y hacerles frente.

El niño con miedo a hablar (José Olivares) : libro dirigido a los padres de un niño o niña que experimenta miedo al hablar. Expone las pautas concretas de actuación de forma amena.



Autoestima

Abrázame mamá (Mª Luisa Ferrerós) : Este libro habla sobre la importancia de educar los hijos para que sean jóvenes y adultos seguros y responsables de sí mismos.

Una mochila para el universo (Elsa Punset): Este libro contesta preguntas como ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra suerte?, ¿Cómo aprendemos a tener miedo? ¿Cuántos amigos necesitamos para ser felices?

Déficit de autoestima: Evaluación, tratamiento y prevención en la infancia y adolescencia (Maria Paz Bermúdez): Este libro enseña a padres y educadores a prevenir e identificar la aparición del déficit de autoestima, con pautas y técnicas para tratarlo.



Adolescencia

Adolescentes: Las 100 preguntas clave (Bernabé Tierno): Una guía sobre cómo tratar y comprender a nuestro hijo o hija adolescente, con las principales preguntas que los padres nos hacemos sobre esta etapa.

9 ideas clave: Educar en la adolescencia (Jaume Funes): Este libro es una recopilación de propuestas educativas para todos aquellos que intervienen en la educación de los jóvenes.

Adolescentes: Manual de instrucciones (Fernando Alberca): Una obra que trata de eliminar los viejos esquemas para llegar a adentrarnos en los problemas de cada hijo con acierto y comprensión.



Autocontrol

Educar sin ira: Un manual de autocontrol emocional para padres e hijos de todas las edades (Ángel Peralbo): Este libro nos ayuda cuando los padres nos sentimos fuera de control y perdemos la paciencia en la educación de nuestros hijos.


Sin duda, existen muchas guías y libros para ayudarnos con la educación de nuestros hijos. Aquí os hemos dejado una pequeña muestra. Si algunos de estos libros para padres te parece interesante o tienes alguno para recomendar, ¿Por qué no compartirlo con nosotros?

Los amigos de nuestros hijos

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Los niños en general, suelen querer relacionarse con otros niños a partir de los 6 meses, que es cuando aprenden a abrirse a los demás. Sus primeras experiencias con los amigos, serán con juguetes o peluches, después con los niños del parque o familiares de la misma edad.

Sobre los 4-5 años, los niños empiezan a definir sus amistades y a socializarse en su entorno, pero hacer amigos no es tan fácil como parece.

Es muy importante en el desarrollo de nuestros hijos, alentarles a hacer amistades y relacionarse con los demás. Un niño que no tiene hermanos o que juega solo todo el tiempo, puede tener problemas a la hora de adaptarse durante su crecimiento. Nuestra estimulación es básica para ellos y debemos fomentar que el niño se relacione con los demás, aunque no debemos forzarlos a que sean amigos del niño o niña que mejor nos caiga a nosotros, sino dejarles escoger sus propias amistades.

En esta edad es normal que los niños quieran estar con niños y las niñas con niñas, pero poco a poco esto irá cambiando. También es bastante habitual que algunos tengan un "amigo imaginario" pero esto es muy normal y no hay que preocuparse por ello. Mi hijo de 5 años, me habla constantemente de su "amigo invisible" y es como una forma de desarrollar su imaginación y creatividad. Hay que seguirle el juego sin caer en el exceso de importancia con este "amigo" de nuestro hijo.

Está claro que la personalidad de nuestros hijos influye en la elección de amistades. Hay niños a los que les cuesta relacionarse con los demás debido a su timidez o simplemente porque le gusta el juego en solitario. Hay algunos que les lleva su tiempo socializarse y hasta que no cogen confianza en determinado ambiente, no se empiezan a abrir. Siempre debemos respetar esa situación y no presionarles porque puede ser contraproducente, pero debemos reforzar su autoestima para darle confianza a nuestro hijo. Es bueno invitar a sus amiguitos a casa, o fomentar la práctica de deportes o apuntarlos en teatro, etc, para que los niños se relacionen con amigos de su edad.

Por otro lado, en los grupos suele existir uno o varios líderes. Hay algunos niños que son muy extrovertidos y asumen el papel de líder en su grupo. Este líder suele estar rodeado de amigos y a veces puede ser muy exigente, por lo que si es el caso de nuestro hijo, debemos explicarle cómo viven las situaciones los demás niños, para que no siempre sea tan exigente y hacerle ver que no va a ser el centro de atención en todas las situaciones, por ejemplo, en casa con los padres.

Es muy importante conocer a los amigos de nuestros hijos, conocer sus actitudes y su forma de pensar y relacionarnos con los otros padres para crear un clima de confianza. Puede pasar que no nos gusten los amigos que nuestro hijo ha elegido, ya sea porque ejercen una mala influencia o porque contradicen los valores que nosotros le intentamos enseñar, pero no por ello debemos criticarlos, sino que es mejor cuestionar las malas acciones que cometen, explicándoles el porqué está mal y animándoles a no seguir ese camino. Está claro que mientras más pequeño sea nuestro hijo, más fácil será nuestra influencia respecto a sus amistades, porque cuando llega la adolescencia, la situación se hace más difícil.

La mejor forma de que nos escuchen, es manteniendo una buena relación familiar y un clima de diálogo y confianza con ellos, para que sigan nuestros consejos y sean menos manipulables por su entorno.