Hace poco hablamos sobre algunas pautas para los padres de hijos en edad adolescente. Hoy quiero continuar hablando del tema y transmitir unos consejos que me han parecido interesantes para lidiar con nuestros hijos adolescentes:
Desconectar un poco: los padres no nos
podemos obsesionar con los problemas de nuestros hijos adolescentes.
Dedemos estar a su lado para lo que necesiten, pero en cierto modo,
debemos tratar de darles cierta independencia para que ellos mismos
vivan su vida. A veces los padres nos rompemos la cabeza tratando de
solucionar algún embrollo en el que se han metido nuestros hijos,
cuando ellos ya lo han solucionado por su cuenta.
Mantengamos la comunicación: con los
adolescentes es difícil la comunicación. A veces uno tiene la
sensación de que cada vez que intentamos hablar, la conversación se
convierte en un monólogo, pero hay que seguir insistiendo en las
cosas importantes. Hablémosles de las drogas, el alcohol, el tabaco
y el sexo. Intentemos no dar rodeos a estas palabras y explicarles
las cosas con claridad. Puede parecer que no nos están escuchando,
pero la verdad es que en algún momento clave, ellos recuerden todos
nuestros consejos y la educación que les hemos dado.
Estar alerta: Puede ser que nuestro
hijo adolescente sea maleducado o rebelde algunas veces y nosotros no
le damos importancia, (porque está en esa edad de la adolescencia
donde estos comportamientos son normales), pero hay que saber
distinguir, cuándo esos comportamientos pueden ser un problema
grave. Si nuestro hijo o hija adolescente actúa así en el hogar
pero tiene un buen comportamiento fuera de casa, con los compañeros
o el resto de familia y amigos, entonces no debemos preocuparnos
mucho, pero si tiene problemas en el colegio, con los profesores o
con amigos, hay que estar pendientes y vigilarlos de cerca. Debemos
observar si tienen conductas obsesivas, tales como dejar de comer,
comer en exceso, hacer mucho ejercicio, jugar a videojuegos
violentos, soledad o desapego en la familia. Si ese es el caso, sería
bueno contactar con un psicólogo o buscar ayuda profesional, para
que el problema no vaya a más.
Recuerden que la edad de la
adolescencia es muy compleja. Todos los adultos pasamos por ella y
sabemos que no fue fácil. Es una gran transformación la de
convertirse de niños a adultos, que incluye cambios tanto físicos
como psíquicos, por lo que debemos tener mucha paciencia y ser
comprensivos hasta cierto punto. No olvidemos que también deben
tener sus límites bien establecidos.
Recomendamos estos libros para facilitarnos la comunicación y la comprensión de esta etapa: