Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Cerrar

Mostrando entradas con la etiqueta adolescencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta adolescencia. Mostrar todas las entradas

Cuando empezar a usar desodorante

|


Actualmente mi hijo tiene 9 años y realiza muchas actividades deportivas con compañeros de su edad. Últimamente me he dado cuenta que algunos ya empiezan a desprender cierto olor corporal y ello me hizo pensar en cuál es la edad recomendable para empezar a usar el primer desodorante.

Entre los se inicia la etapa de la pubertad, edad en la que los niños ya empiezan a transpirar con mal olor, pero esto no solo en las axilas, sino también en los pies y en los genitales, sobretodo cuando hace mucho calor o realizan actividades físicas.
8 y los 12 años

Hoy en día, existen muchos productos en el mercado para evitar estos malos olores, pero no hay que dejarse llevar por los comerciales ni marcas conocidas, sino que debemos elegir muy bien el producto que le vamos a dar a nuestros hijos. Muchos de estos productos contienen químicos que pueden ser dañinos para su salud, pues son conservantes o bactericidas para evitar que el producto se dañe, pero que absorbemos a través de la piel. Lo ideal para el primer desodorante, es intentar buscar en tiendas de productos naturales, algún desodorante fabricado con aceites naturales o productos sin colorantes ni perfumes, ni aluminio. Esto puede aplicar también para los adultos.

Lo principal es que el niño aumente su higiene e indicarle que debe lavarse más cuidadosamente las zonas más sensibles a desprender olor, como las axilas, los pies, la zona púbica, etc. También es bueno hablar mucho con ellos y explicarles sobre los cambios que se avecinan en su cuerpo en esta etapa de la pubertad.

También ayuda que utilicen telas frescas y de fibras naturales como el algodón, ya que las telas como el poliéster o nylon favorecen el mal olor. Es aconsejable lavar la ropa con frecuencia y si es necesario, bañarse dos veces al día en la época de más calor. 

Recuerden, no todos los niños van a necesitar usar desodorante, simplemente con más higiene corporal puede ser suficiente. Es mejor retrasar el máximo posible el uso del desodorante y cuando ya lo requiera, es necesario buscar uno sin alcohol, ni parabenos, ni aluminio , que contenga ingredientes naturales y no dañe su salud.

Películas interesantes sobre adolescentes

|


La adolescencia es una etapa difícil y si le sumamos el acceso de hoy día a las nuevas tecnologías, nos puede parecer que perdemos el control sobre su educación y su entorno. En el cine hay muchas películas que tratan sobre este tema, pero queremos recomendar dos en particular, para padres de adolescentes que los harán reflexionar y entender algunas situaciones.

La primera película es Disconnect, una película del 2012 que muestra a un grupo de personas que se relacionan mediante las redes sociales, con diversas situaciones entre adolescentes, donde intentan explicar que la tecnología también es una herramienta peligrosa que puede llevar a nuestros hijos adolescentes e inmaduros a situaciones límite. La otra película es más reciente, se llama Men, Women & Children o en español Hombres, mujeres & niños, donde narran la historia de un grupo de adolescentes que se relacionan mayoritariamente en un mundo virtual y sus padres intentan entender la manera en la que internet ha cambiado su forma de relacionarse con el mundo. Quizás algunas situaciones que presentan son muy extremas, pero vale la pena verla y conocer un poco esa etapa por la que todos pasamos, pero ahora que somos padres, se nos hace un poco difícil entenderla.

Ambas películas son interesantes porque tratan temas como el bullying (acoso), la anorexia, la adicción a las redes sociales, las relaciones interpersonales, los jóvenes y la tecnología, el sexo o algunas situaciones que algunos padres de adolescentes no saben como interpretar ni cómo lidiar con ellas.

Como hemos comentado en algunas ocasiones, la seguridad online es muy importante y debemos estar al tanto de las acciones de nuestros hijos en la red, sin tampoco exagerar ni obsesionarse con tenerlos controlados a cada instante, ya que necesitan un voto de confianza por nuestra parte, por eso insistimos en que la comunicación y una relación abierta es la mejor arma para que nuestros hijos adolescentes nos cuenten sus problemas, sus dudas y acudan a nosotros ante cualquier situación que se les presente, ya sea en la red o en el mundo real.

Desde Educando a nuestros hijos, nos despedimos por este año 2014 y les deseamos a todos un feliz y próspero año 2015, donde les traeremos muchos más temas interesantes sobre lo más importante de nuestras vidas: nuestros hijos.

Adolescentes: ruptura en la era digital

|

Los que pasamos por esa etapa, sabemos que la adolescencia es una edad en la que nos enamoramos muy fácilmente y las hormonas se nos revolucionan casi sin darnos cuenta. El primer amor es muy intenso y cuando se empieza la primera relación de pareja (que en esta edad puede durar años, meses, semanas, días o incluso horas) las sensaciones y emociones están a flor de piel.


Los padres no debemos tomarnos estas relaciones de adolescentes de forma trivial. A esas alturas, ya seguramente habremos tenido la famosa charla sobre sexo con nuestros hijos (si no es así, deberíamos hacerlo) y sobre las relaciones de pareja, riesgos, etc.

Actualmente, la tecnología ha revolucionado todos los ámbitos de nuestras vidas y las relaciones de pareja no son una excepción. Con todo un abanico de medios sociales, los adolescentes publican en la web su estado, comparten con los amigos el nuevo chico o chica con la que están saliendo o comunican al mundo su ruptura amorosa. Hay que tener cuidado con este tema, porque en la era digital, es muy fácil propagar cosas íntimas de los demás, por ejemplo, en el caso de una ruptura, cualquiera puede publicar fotos, comentarios o mensajes escritos por la web para que todo el mundo lo vea y avergonzar a la otra persona. Los adolescentes en general son muy sensibles y a veces no tienen la madurez suficiente para discernir entre lo bueno y lo malo y muchas veces se dejan llevar por los amigos o el entorno. Por eso es bueno hablar con nuestros hijos sobre ese tema, sobre las cosas que exponen en su perfil digital y los medios sociales, como facebook, twitter, tuenti, instagram, etc. y lo que comparten con sus parejas. 

Los adolescentes empiezan sus primeras relaciones a muy temprana edad y muchas veces no tienen la madurez necesaria aunque ya tengan un cuerpo de adulto. Los padres debemos estar atentos, no menospreciar esas relaciones, pues en esta edad para nuestros hijos, el mundo gira en torno a este nuevo amor. Para ellos una ruptura significa el fin del mundo, así que ahí estaremos nosotros para recordarles que todo pasa y que sobrevivirán a la experiencia y encontrarán un nuevo amor. Además les guiaremos sobre lo que es apropiado y lo que no deben hacer en los medios sociales y en su entorno.

Adolescentes y padres

|

La adolescencia es una etapa muy compleja, con la que no todos los padres saben lidiar. Muchos adolescentes critican la forma de comportarse de sus padres, sus reacciones y desaprueban cualquier comentario o decisión que éstos tomen.


Para facilitar esta relación padres-adolescentes, queremos compartir algunas pautas que pueden facilitar el entendimiento entre las dos partes:

La primera regla es saber escuchar, tanto los padres como los hijos necesitan ser escuchados y que puedan colocarse en el lugar del otro. No siempre los padres vamos a tener la razón en todo y los adolescentes necesitan que no nos mostremos insensibles hacia su punto de vista y que mantengamos una actitud de empatía con ellos. A veces los padres adoptamos posturas innegociables sin tener en cuenta sus sentimientos o motivos por los que nos reclaman y ello provoca una discusión que no nos lleva a ningún lugar.

Otra pauta importante es que los padres nos tomemos interés por las actividades que nuestros hijos realizan. Aunque no lo confiesen abiertamente, a los adolescentes les gusta que estemos pendientes de ellos, que les demos afecto y colaboremos a aumentar su autoestima. Muchos de nuestros hijos evitan la convivencia familiar y se muestran distantes, pero ello es porque no quieren a unos padres excesivamente preocupados y encima de ellos pues necesitan su propio espacio.

Nuestros hijos quisieran que los padres aceptáramos sus decisiones, su forma de vestir o su modo de comportarse de forma incondicional, por ello se forman muchas disputas en las que es importante que los padres nos mantengamos firmes, sin embargo, debemos hacerles saber que aunque no nos guste algo de su aspecto físico o no nos gusten los lugares que frecuentan, nosotros siempre les vamos a querer y nuestro cariño hacia ellos es el mismo, pues a esta edad los jóvenes son muy inseguros y necesitan sentir el mayor afecto posible.

Sería bueno dejarles un margen de libertad, confiar en ellos y propiciarles un espacio en el que sientan que pueden tener su propia intimidad. Los padres no debemos leer su diario, ni mirar su correo electrónico, ni rebuscar entre sus cosas y respetar su derecho a intimidad. Quizás escribiendo se liberan de algunos contenidos que luego podrían ser fuentes de conflictos en la familia. Vamos a intentar darles confianza para que nos cuenten sus problemas y se abran a nosotros con naturalidad.

No nos olvidemos que los padres somos un referente constante para nuestros hijos y debemos darles ejemplos en la vida cotidiana de cómo debería ser un buen comportamiento, de cómo pueden abrirse el paso ante el futuro y mantener una actitud positiva con sentido del humor y con optimismo. Los padres siempre seremos una guía para nuestros hijos, aunque debemos dejar que piensen por sí mismos, que se equivoquen y vuelvan a comenzar mientras toman sus propias decisiones. A ellos les gusta que los tratemos como adultos y así debemos hacerlo, siempre y cuando también lo sean cuando se les exigen ciertas responsabilidades en el hogar.

Adolescentes y su imagen

|

Una vez los niños llegan a la pre-adolescencia o incluso antes, empiezan a mostrar preferencias y quieren elegir personalmente su vestimenta y su aspecto personal.


Cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia, sienten la necesidad de ser independientes en todos los aspectos y la imagen que proyectan es muy importante para ellos. Para los adolescentes es muy importante sentirse valorados e integrados en su grupo social. Es común que quieran seguir la moda o tendencias del momento, para sentirse reconocidos e integrados en su grupo. Para muchos padres, esas tendencias y modas les pueden parecer inapropiadas e incluso estrambóticas, siendo un tema de conflicto con sus hijos adolescentes.

Cuando los niños son pequeños, los padres nos preocupamos en que estén limpios y bien vestidos, que vayan de forma adecuada al colegio y a otros lugares, pero llega un momento en que nuestra opinión empieza a perder fuerza y nuestros hijos empiezan a decidir lo que se quieren poner y cómo se quieren vestir. Generalmente suelen mostrar rechazo a todo lo que han llevado hasta ahora y suelen tener gustos opuestos a los de sus padres, pues piensan que ya no son niños y que deben mostrar un estilo propio, adecuado a su personalidad.

Los padres debemos restarle importancia a este tema, siempre y cuando no sea algo alarmante. Debemos ser capaces de "negociar" e intentar no mostrar demasiado rechazo a un tipo de vestimenta o una moda, pues el adolescente tiende a encontrarla más atractiva aún.

Algunos jóvenes se toman muy en serio su imagen física y llegan a sentir ansiedad y preocupación por cómo los ven los demás. Muchos se sienten influenciados por las marcas y modas que han creado las multinacionales y sienten necesidad de ir vestidos tal como dicta la industria de la moda. Su imagen está relacionada con su autoestima y por supuesto que para ellos es de vital importancia.

Los padres podemos orientarles y dejarles libertad para elegir, pero sin caer en la tentación de proporcionarles todo lo que nos pidan, por ejemplo, asignando un presupuesto y ayudándolos a adaptarse a su entorno social con responsabilidad y de forma racional.

Adolescentes y los límites

|

En otras ocasiones hemos hablado sobre la importancia de los límites y la disciplina. Esta vez vamos a enfocar el tema desde el punto de vista de los adolescentes.


Es muy importante fijar límites a los adolescentes, porque con ellos les ayudamos a que sean conscientes de hasta dónde pueden llegar en sus actuaciones, los límites que les marcamos los padres les dan seguridad y confianza ya que serán capaces de percibir la línea que no deben cruzar y tendrán una orientación sobre cómo deben comportarse.

Si el adolescente no encuentra límites en la familia, seguramente las buscará fuera de ella, entre su grupo de amigos o con los compañeros de la escuela y eso puede ser perjudicial, ya que el adolescente correrá el riesgo de toparse con algún líder e identificarse con él o seguir sus directrices.

No se trata de ser tiranos con ellos ni imponerse a las malas, sino de razonar y enseñarles el arte de la negociación. Debemos razonar con el adolescente y explicarles el porqué las imposiciones que le ponemos (sin dar demasiadas explicaciones) pero dándoles una razón lógica. El adolescente no aceptará un NO a secas y ello hará que sea más rebelde con las normas impuestas. Sería bueno que escucháramos su opinión y no seamos intransigentes con ellos, ya que eso facilitará la comunicación entre padres y adolescentes.

Estos límites y normas les prepararán para enfrentarse al futuro y para hacerles comprender que en la vida tendrán que renunciar a muchas cosas que desean y enfrentarse a una sociedad llena de normas que se deben respetar.

A veces los padres pensamos que los adolescentes son capaces y los suficientemente maduros para tomar ciertas decisiones, sin embargo no nos podemos imaginar lo mucho que agradecen que los adultos les ayudemos a tomar esas decisiones, sobretodo aquellas que tienen gran trascendencia en su vida. Es muy importante preparar a los adolescentes para que sepan cómo actuar con anticipación si se encuentra en una situación difícil, por ello debemos orientarles desde la pre-adolescencia sobre los temas en los que pueden verse implicados, como la sexualidad, las drogas o el alcohol.

No olvidemos que cuando imponemos ciertos límites, estamos educando a nuestros hijos. Los padres somos un modelo de conducta y referencia para nuestros hijos. Estos límites se deben aplicar sobre las cosas importantes y debemos ser firmes en ellos siempre respetando los derechos de todos los miembros de la familia.