El acoso escolar, también denominado
bullying, es un problema muy extendido que afecta a niños de todas
las edades y diferentes ámbitos. Es un problema serio al que se le
debe dar importancia y dar todo el apoyo al niño o niña que lo está
sufriendo.
El acoso escolar es el maltrato, ya sea
físico o psicológico que recibe un niño por parte de sus
compañeros en el centro escolar y a veces puede provocar situaciones
dramáticas, por lo que no se debe minimizar o restar importancia.
Lo primero que se debe hacer cuando
sabemos que nuestro hijo está siendo acosado, es intentar averiguar
cuál es la causa de ese acoso. ¿Es por algún motivo de envidia?
¿Es por que nuestro hijo tiene un carácter introvertido y por lo
tanto es un objetivo fácil? El bullying ya se puede manifestar en
edades tempranas y generalmente los acosadores suelen ser niños más
fuertes o más populares, que se ceban una y otra vez acosando a los
más débiles o introvertidos.
Los padres y educadores debemos estar
alerta ante estas situaciones. Sobretodo hay que darles confianza a
nuestros hijos para que nos expliquen sus problemas, porque muchas
veces este acoso es silencioso por parte de la víctima y los
compañeros no lo denuncian por miedo a represalias por parte de los
acosadores.
Si un niño nos dice que está siendo
acosado por algún compañero, lo primero que de debemos hacer es
intentar aumentar su autoestima, dedicarle el tiempo necesario y
brindarles nuestro apoyo incondicional. Al niño acosado se le debe
enseñar a defenderse con la palabra y darle pie a que expongan esas
situaciones injustas con los adultos más cercanos.
Un buen método sería intercambiar los
roles con el niño, de modo que éste represente al acosador y los
padres al niño acosado, recreando las situaciones que éste vive en
el colegio y los padres les mostramos cómo debe de actuar ante esas
situaciones. De esta forma, el niño puede implementar en la escuela
lo que han aprendido y sabrán cómo actuar. Si el niño va preparado
al colegio y se siente apoyado por los adultos, ello le permitirá
rebajar el nivel de estrés y elevar su autoestima.
El niño debe aprender a encajar bien
las bromas y no ponerse nervioso o enfadarse, porque esta situación
la aprovechan los acosadores para burlarse y cebarse con las
víctimas.
Lo más importante es la comunicación
entre padres e hijos. El acoso escolar o bullying es un problema muy
grave que en las situaciones más radicales, pueden terminar en
suicidio, así que los padres debemos estar atentos ante cualquier
cambio en el comportamiento, cualquier moratón o golpe que veamos o
si vemos que de repente nuestro hijo no quiere ir al colegio.
El otro día ví una película que
abordaba este tema de cerca, entre otras cosas, que se llama Disconnect. En ella
reflejaba los sentimientos de un niño que pasa por una situación
complicada y sus consecuencias.
Si los padres no nos sentimos
capacitados para lidiar con este problema y somos conscientes de que
nuestro hijo sufre acoso escolar, debemos consultar a los expertos,
pero nunca dejar de lado este problema.
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