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Trato entre hermanos

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¿Hay que tratar a los hermanos por igual? Esta pregunta nos la hacemos algunos padres que tenemos 2 o más hijos, pues siempre tendemos a tratar a nuestros hijos de la misma forma para no crear envidias ni celos, pero lo cierto es que es un error tratar a los hijos por igual.


Cada niño es diferente. Aunque sean hermanos, cada hijo tiene unos gustos, un carácter y unas necesidades diferentes. En mi caso, tengo dos hijos y los dos son completamente diferentes, tanto en carácter, como en gustos y por ello, no pueden ser educados de la misma forma.

Por regla general, los padres dicen que educan a sus hijos igual, sin embargo, esto puede generar conflictos entre los niños. Está claro que a veces es conveniente un trato igualitario, pero en otras ocasiones, será imprescindible diferenciar el trato a cada hermano, según sus necesidades. Mi hijo mayor es tranquilo, le gustan los números, tiene mucha paciencia y se entretiene con cualquier cosa durante mucho tiempo. Mi hija pequeña es más artística, más intranquila y no se concentra ni 5 minutos en una sola cosa. A uno le gusta el chocolate, a otra le gustan los helados. Por poner un ejemplo, si una tarde estamos paseando, no podemos obligar a los dos a que se coman un helado, porque a uno le gusta, pero al otro no; por más igualitarios que intentemos ser, hay situaciones en que debemos diferenciarlos.

No se puede atender por igual a los hijos cuando hay dos o más. Generalmente con el primero aprendemos de nuestros errores e intentamos no repetirlos con el segundo. En mi caso, con el primero tenía más dudas, mas temores y mayor precaución pues me preocupaba cualquier cosa que pudiera pasarle. Con la segunda, todo fue más fluido. Eso no quiere decir que no me preocupara por ella, pero aprendí a no sobreprotegerlos, a confiar más en ellos y darles más autonomía. Tampoco son iguales las necesidades para edades distintas.

Lo que hay que tener claro, es que el objetivo de la educación no es la igualdad entre hermanos, sino intentar darle a nuestros hijos lo mejor para cada uno, teniendo en cuenta su personalidad y sus características particulares. Los niños requieren un trato personalizado y debemos hacerles sentir que son únicos. Es buena idea compartir momentos por separado con cada uno de ellos. Por ejemplo, que el padre se vaya a un partido con su hijo o que la madre se lleve a la niña al parque a jugar e intimar entra las dos. Es necesario compartir ratos con ellos de forma individual y hacerles sentir que les escuchamos y queremos. Si ellos se sienten bien atendidos y queridos, evitarán las comparaciones y los celos con sus hermanos. Lo ideal es estimular las cosas positivas de cada uno e intentar darles la mejor educación siempre teniendo en cuenta sus capacidades, su personalidad y sus debilidades.