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La paga semanal

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¿Es conveniente darle una paga semanal a nuestros hijos? Es la pregunta que se hacen muchos padres y no existe una norma establecida para ello. Mi hijo con 6 años ya tiene su hucha y poquito a poco va ahorrando algún dinerillo que le dan sus abuelos o algún familiar. De momento es bastante responsable y generoso con su dinero, ya que se gastaría todo en invitar al cine a toda la familia y no le importaría. Esa es una forma de ahorrar, pero hay algunos padres que establecen una paga semanal o mensual a sus hijos, cuando ya empiezan a ser más mayores y tienen algunas “necesidades”. No hay una edad fija, ya que algunos padres empiezan a hacerlo desde los 6 años, sin embargo, otros esperan a los 10. Lo ideal es empezar cuando tu hijo sea consciente de lo que es el dinero y comprender lo que puede hacer con el.


Es bueno darles esa responsabilidad a los niños, siempre de forma comedida. Muchas veces los niños no saben nada de la economía familiar y aunque no debemos explicarles con detalle nuestros gastos e ingresos, sí sería bueno que supieran a grandes rasgos, cómo se distribuye el dinero que entra en casa para que sean conscientes de los grandes esfuerzos que tenemos que hacer los padres para llegar a final de mes y realizar los pagos.

Para fijar una paga semanal a nuestros hijos, no hay una cantidad establecida. Todo dependerá de la edad, del carácter y comportamiento de nuestros hijos. Cuando son niños, esta paga les ayuda a fomentar el ahorro y a adquirir cierta responsabilidad. Si le damos una pequeña paga y el niño se lo gasta todo el primer día, sabrá que ya no dispondrá de más dinero y aprenderá a administrarse. 

Si desea algo que vale un poco más de lo que recibe semanalmente, deberá aprender a ahorrar ese dinero para conseguir algo. Ese esfuerzo hará que valore más las cosas que ha adquirido. Cuando son adolescentes, sería bueno establecer con ellos una lista de cuáles pueden ser sus pequeños gastos para determinar cuál es la cantidad adecuada a esas necesidades. Es bueno que el adolescente aprenda a administrar su economía y se implique en la organización de la familia, así como debemos alentarles también a que acepten pequeños trabajos remunerados para que se den cuenta del esfuerzo que implica obtener esa remuneración.

Por supuesto hay padres que no están de acuerdo con dar una paga semanal y piensan que es mejor darles ese dinero cuando realmente sus hijos necesitan algo, sin dejar una cantidad establecida. Es una forma de tener más control sobre los gastos de los hijos. Esta es una opción válida y respetable también.

Por supuesto no debemos confundir la paga semanal con un premio. No sería bueno que le “paguemos” a nuestros hijos para que hagan determinadas labores de la casa o para que estudien, ya que esto puede propiciar que se acostumbren a recibir dinero cada vez que realizan alguna labor. El objetivo principal es que los niños aprendan a gestionar su dinero.

Personalmente pienso que es bueno enseñarles a gestionar bien su dinero, a ser responsables y que aprendan a valorar el esfuerzo que le cuesta a muchos padres conseguir el dinero a final de mes.

Arriba y abajo: campaña solidaria

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Desde Educando a nuestros hijos, queremos colaborar en las causas solidarias, por lo que vamos a hacernos eco de una campaña muy interesante, a favor de los niños saharauis. Mr. Garamond, junto a la organización Bubisher, nos hace llegar un proyecto solidario que consiste en conseguir fondos para construir una biblioteca en los campamentos saharauis.
  
La propuesta es muy original, ya que se trata de un libro y aplicaciones para iPhone y iPad, en los que narran cómo es la vida de los niños occidentales y cómo vive el día a día un niño saharaui. Tanto la aplicación como el libro en papel, están escritos en cuatro idiomas (español, inglés, francés y árabe) y se componen de 12 escenas de la vida cotidiana, según la visión particular de un niño occidental y otro saharaui. Los cuentos van destinados a niños y niñas desde los 5 años hasta los 12 y en la versión digital  presentan juegos interactivos, con música y un gran colorido, mientras que la versión de papel, permite la lectura sosegada de imágenes y texto, que invitan a la reflexión y el disfrute de bonitas imágenes, a la vez que se aprenden valores y se descubren otras formas de vida.

 La aplicación para iPhone y iPad cuesta 0.89€ y el libro está disponible en las librerías por 9€. El título en español es “Arriba y abajo” y el autor es Mr Garamond, que bajo el lema “1€=7adobes. Ayúdanos a construir una biblioteca en los campamentos saharauis” se proponen recaudar fondos para crear la biblioteca, además de realizar talleres infantiles en instituciones culturales y librerías.

Invitamos a nuestros lectores a ser solidarios y apoyar a los niños que viven en condiciones difíciles, puesto que su educación es la base para su futuro. Para más información pueden dirigirse a www.mrgaramond.com y www.arribayabajo.org

Chantaje de los hijos

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Nos sorprendería saber que los niños aplican "técnicas de chantaje" con los padres desde la más tierna infancia. Ya desde los 2 o 3 años, cuando empiezan la fase de las pataletas, los niños intentan manipularnos y hacernos ceder empleando gritos y rabietas.

Lo más importante es reconocer por nuestra parte que estamos siendo sometidos a un chantaje e intentar volver a tomar el control de la situación. Evidentemente no es lo mismo un chantaje de un niño de dos años al chantaje de un adolescente. Desde el principio se ha de atajar esta conducta, para que luego no sea demasiado tarde.

Los niños son muy hábiles y saben cuándo utilizar nuestros sentimientos para conseguir algo que desean. Yo lo veo en mi hija pequeña, que ha desarrollado una capacidad de llorar a lágrima viva cuando quiere conseguir algo y a los 5 minutos ya se está riendo a carcajadas.

Los padres debemos analizar la situación y una vez nos damos cuenta de las situaciones que son motivo de chantaje, nos tenemos que poner de acuerdo entre la pareja y la familia para adoptar una actitud firme y estar unidos en las decisiones que se toman. Poco a poco iremos observando cambios positivos en la actitud de los hijos.

La regla de oro cuando un niño nos intenta chantajear, aparte de actuar con firmeza, es no prestarles atención y hacer caso omiso de su rabieta. Cuando tomemos una decisión, el niño debe cumplirla y nosotros no debemos darles mil y una explicaciones, pues con ello mostramos debilidad y al final consiguen tomarnos el pelo, puesto que en ese momento, el niño no está dispuesto a razonar, sino que su objetivo principal es conseguir sus objetivos.

Con ello no queremos decir que se debe abusar de nuestra autoridad. Si bien debemos ser firmes, tampoco tenemos que abusar de nuestra posición de superioridad.

Cuando se pacta algo con los hijos, ese pacto queda establecido y no es bueno estar cuestionándolo todos los días y a todas horas, pues hay niños muy insistentes y podríamos acabar cediendo.

Está claro que se debe tratar a cada niño de acuerdo a su edad y su madurez. Hay que explicarles con el lenguaje adecuado para cada edad, que nosotros hemos tomado una decisión y ellos deben de cumplirla, porque si no lo hacen, tendrán consecuencias y desde luego, si las hemos establecido, debemos ser firmes y cumplirlas. Estas pautas contribuyen a la educación de nuestros hijos y aunque en ese momento ellos no se den cuenta, luego agradecerán haber tenido ciertos límites, pues eso los hará ser mejores personas.