Hay muchos niños a los que no les
gusta el pescado y es un alimento muy nutritivo con un elevado valor
biológico y una cantidad de proteínas similar al huevo y a la
carne. El pescado azul y el marisco, poseen una mayor cantidad de
proteínas.
A partir del año, ya el bebé puede
introducir el pescado en su dieta, siempre teniendo cuidado por si se
observa alguna alergia.
Para que los niños se acostumbren a
comer pescado, aquí os proporcionamos algunos trucos interesantes:
Es mejor comprar pescado de buena
calidad y sin espinas, sobretodo para empezar, ya que las espinas
harán que los niños sean reacios a volver a comer este alimento. En
el mercado existe una gran oferta de pescado fresco o congelado, como
merluza, lomos de bacalao, etc que están libres de espinas.
Sería bueno también intentar evitar
los pescados con sabores demasiado fuertes o intentar disimular el
sabor con especias o hierbas aromáticas. También podemos
facilitarles las cosas si les desmenuzamos el pescado a trocitos y lo
mezclamos con el resto de la comida.
Es mejor no cocer mucho el pescado para
que no quede muy seco. La forma ideal de presentar el pescado a los
niños, es rebozado, sin demasiadas salsas. Luego poco a poco ya se
puede ir cambiando la presentación, una vez nuestros hijos ya se
hayan adaptado a su sabor y textura.
Otra opción es hacer hamburguesas o
albóndigas de pescado. También si lo mezclamos con otros alimentos
que le gusten a nuestros hijos, siempre tendrá más aceptación, por
ejemplo, macarrones con atún o croquetas, etc.
Si utilizamos estos trucos, poco a poco
los niños se irán acostumbrando al delicioso sabor y variedad que
nos ofrece este nutritivo alimento, que tantas proteínas y vitaminas
les aportan.