Comer debería ser un placer y no un castigo. Tengo dos hijos de 3 y 5 años a los que le ha costado mucho aprender a comer, de hecho aún seguimos en la lucha con mi hija pequeña para que coma comida sólida, pues el cambio se ha alargado demasiado. Un propósito de este año 2012 es abandonar los purés definitivamente. Supongo que a muchos padres les habrá pasado lo mismo y por ello me gustaría compartir algunas pautas que estuve leyendo hace unos días.
- No hay que utilizar la comida como premio o castigo, pues el niño se dará cuenta y luego lo utilizará en contra nuestra.
- Desde muy pequeño, el niño debe comer con el resto de la familia. Es aconsejable sentarlo en la mesa y si es posible, que coma lo mismo que los demás, desde los 12 meses de edad.
- No debemos permitirle a nuestros hijos, eliminar grupos de alimentos enteros, como verduras, pescado, frutas, etc. Si algún alimento no le gusta, es necesario sustituirlo por otro parecido, o intentar disimular el sabor con salsas o cocinado de otra forma.
- Se deben introducir los alimentos de forma gradual, primero darle platos sencillos de comer y masticar, como jamón, macarrones, sopa,etc, y luego introducir carnes o bocadillos.
- La hora de la comida no debe durar eternamente. Si tu hijo come muy lento, es mejor ponerle poca comida en el plato y que se la termine y si tiene más hambre, ponerle un poquito más. El tiempo de la comida debe transcurrir entre 20 y 45 minutos.
- A partir de un año de edad, se debe intentar que el niño coma solo, cogiendo él mismo los cubiertos.
- No se deben utilizar distracciones a la hora de la comida, como televisión, cuentos ni juegos y se debe establecer una rutina para comer. Es ideal comer siempre en el mismo sitio con los mismos horarios y no picar entre horas.
- Si alguna vez el niño no quiere comer, no hay que forzarlo, ya que podría estar desganado o enfermo y puede crear rechazo a la comida.
La dieta de los primeros años es fundamental, por lo que se ha de hacer hincapié en la primera etapa para asentar una correcta alimentación en el futuro. Si no logramos ahora que nuestros hijos coman de todo, en el futuro nos será más difícil.
Hay que hacerles entender que la comida es necesaria para vivir y que también puede ser una actividad social y divertida, además de ser un momento para compartir con la familia. Si seguimos estas pautas, podemos conseguir una alimentación más sana para nuestros hijos.