Se terminan las
vacaciones y volvemos a la normalidad; los niños regresan al colegio
y muchos padres a trabajar. Para que este cambio sea mucho más
fácil, se debe preparar con tiempo la adaptación al colegio. Muchos
niños tienen ganas de volver y ver a sus amigos, pero otros se han
acostumbrado a la diversión, a la falta de horarios que suele haber
en vacaciones y les va a costar más la adaptación al colegio.
Los padres estamos para
ayudarles a que esta adaptación sea más fácil, siendo positivos en
todo momento, intentando evitar transmitirles los sentimientos
negativos que nos da la vuelta al trabajo e incidiendo sobre los
aspectos más positivos del regreso al centro escolar.
El reencuentro con los
amigos, las nuevas actividades, las cosas que van a aprender con los
nuevos libros o las excursiones que realizarán, son varios
argumentos positivos que les animarán a empezar el colegio. Sería
bueno preparar la mochila, comprar los libros con ellos y echarles un
vistazo entre todos antes de empezar el curso.
Con los más pequeños,
sobretodo debemos ir adaptando los horarios a los del colegio, un
tiempo antes de empezar. Es importante que los niños vayan
descansados, que conserven los hábitos saludables y duerman las horas necesarias. También es importante
escuchar sus temores y dudas para transmitirles la confianza
necesaria para la vuelta al colegio.
Durante el verano, los
niños no deberían perder los hábitos de trabajo y lectura, pues
ello contribuirá a que no pierdan el ritmo y la adaptación a la
escuela sea mucho mejor. La semana anterior a empezar el colegio, los
niños deberían tener contacto con los libros y realizar diversas
actividades relacionados con la escuela.
En definitiva, los padres
estamos para ayudar al proceso de adaptación de nuestros hijos al
nuevo curso escolar y orientarlos de la mejor manera posible para que
los niños se sientan a gusto con el retorno al centro escolar y no
sea un proceso traumático.
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