Se acercan las vacaciones y los más
afortunados (digo afortunados porque hoy en día no todo el mundo
puede costearse unas vacaciones) están planeando la salida estival
con sus retoños.
Los que tengan hijos pequeños,
evidentemente, no tienen problemas para tomar la decisión, ya que
los niños no opinarán sobre si les gusta el destino elegido o no; y
si opinan, todavía nos vemos capaces de "arrastralos" allí
donde vayamos.
Los que tengan hijos adolescentes y se
los quieran llevar consigo, ya lo tienen un poquito más difícil,
pues la decisión tiene que ser consensuada entre los miembros
familiares y eso no es tarea fácil. Yo he sido adolescente y
recuerdo en que hubo una época en la que quería ir a cualquier
sitio...siempre que fuera alejada de mis padres y mis amigas
estuvieran incluidas en el plan.
Bromas aparte, es muy difícil
conciliar las vacaciones de verano con nuestros horarios laborales y
tenemos que convertirnos en magos para ir "colocando" a
nuestros hijos en colonias de verano, con los abuelos, con la vecina
que se los queda... para luego compartir con ellos los pocos días de
vacaciones que nos dan en el trabajo.
Una opción interesante son los
campings. A los niños les encanta pasar las vacaciones en un
camping. Allí tienen de todo: naturaleza, aire libre, piscina,
juegos y actividades, algunos disponen de "mini clubs",
otros ofrecen talleres, deportes y todo tipo de juegos. Para los
padres es una muy buena opción, ya que los niños están en un
entorno seguro y a la vez los tenemos "controlados"
mientras ellos se divierten con los amigos. Es muy usual que los
niños hagan amistad con otros niños y si es un camping que
frecuentan cada año, seguramente van estrechando lazos con estos
amiguitos.
Para los que piensen que un camping es
incómodo, nada más lejos de la realidad, hoy en día es casi como
ir a un hotel. Muchos tienen bungalows con todas las comodidades y
bastante espaciosos para las familias. Generalmente hay cocina, ducha
y habitación de matrimonio. Allí mismo puedes cocinar y comer en
las terrazas al aire libre con los niños. Si no quieres cocinar
durante las vacaciones, muchos de ellos ofrecen restaurantes y
cafeterías para almorzar en sus instalaciones.
Es una opción alternativa, que seguro
los niños disfrutan y nosotros agradecemos, pues nada como escaparse
de la rutina y relajarse en la naturaleza, ya sea cerca a la playa o
en la montaña.
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