Todavía no
he podido quitarle el pañal nocturno a mi hijo de 6 años. Lo hemos
intentado varias veces, pero ha sido inútil, pues según la
pediatra, su cerebro no ha madurado lo suficiente para dar la orden
de retener la orina o levantarse a hacer pipí.
Por lo que
he leído sobre el tema, hasta los 6 años es normal la enuresis
nocturna (tal como se denomina a este trastorno), sobre todo si
existen antecedentes en la familia, pero a partir de esa edad, ya se
debe plantearse la enuresis como un problema a resolver. Más del 70%
de los niños con ese problema tiene un familiar de primer grado que
sufrió ese trastorno. Otras causas como la poca capacidad funcional
de la vejiga o el retraso en la maduración del control vesical
pueden ser factores que determinen la enuresis.
Nunca se debe presionar al niño o niña, ni ridiculizarles delante de otros. Debemos ser comprensivos y mantener una actitud tranquilizadora, aunque también deberemos ser exigentes con ciertos comportamientos. Si conseguimos un buen aprendizaje del control del esfínter, tanto los padres como los hijos obtendrán una gratificación y los niños experimentarán una gran autoestima y plena sensación de autonomía.
Primero
debemos valorar si existe algún problema físico o enfermedad.
Pueden existir problemas afectivos (como la llegada de un hermano, la
muerte de un familiar, problemas escolares o un cambio drástico en
la familia) y también puede haber factores más puntuales que
influyen en un momento determinado, como ver una película de miedo o
algún suceso muy concreto que explica que el niño se haga pipí en
un momento determinado.
Es
aconsejable motivar al niño e intentar darle poca importancia al
tema. Los padres debemos ser conscientes de que la enuresis nocturna
no es un comportamiento voluntario y no hay nadie más angustiado que
el propio niño, por lo que se debe evitar hablar todas las noches
sobre ese tema porque hacerlo puede incidir negativamente en su
afectividad. Algunos niños sienten ansiedad y les afecta
socialmente, ya que evitan ir de colonias o quedarse a dormir en casa
de algún amiguito para que no se enteren de “su problema”.
Algunos
trucos para intentar quitar el pañal nocturno con éxito:
- Controlar la ingesta de líquidos después de las 6 de la tarde. Es recomendable no dar más de un vaso con líquidos después de esa hora.
- Ir cada día a orinar, justo antes de acostarse. Aunque no tenga pipí, el niño debe intentarlo durante un ratito antes de irse a acostar.
- Se podría preparar un calendario y ponerlo en un sitio visible, en el cual el niño dibuje un sol los días que no se ha hecho pipí y una nube el día que sí se haga. Mientras más soles haya en el calendario, más los elogiaremos y podremos establecer algún pequeño premio cuando consiga más soles que nubes.
- Practicar ejercicios de retención. Es decir, en el momento de orinar, retener el chorro unos segundos y después seguir hasta el final. Este ejercicio debe ser continuado.
- También podemos levantarlos por la noche antes de que mojen la cama, pero para esta opción hay que tener mucha paciencia y no está demostrado que realmente funcione, que generalmente los niños enurésicos suelen tener un sueño muy profundo y no se enteran de la situación.
Recordemos
que el niño debe estar motivado y comprender lo que está
ocurriendo, ya que sin motivación no hay colaboración y cuesta más
avanzar. Mientras más alegre y cordial sea el trato familiar, más
eficaz será el control de la enuresis nocturna.
Cuando las
pérdidas de pipí son durante el día, se le llama incontinencia
urinaria. En otros artículos hemos hablado sobre cómo quitar el pañal de día y también ofrecemos algunos consejos.
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