Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Cerrar

Mamá, pero eso es robar...

|
Imagen de Pixabay Autor: Bess Hamiti
 
El otro día iba de compras con mi hija de 9 años y pasamos por la tienda del dólar para buscar unas cosas de última hora. Mi hija cogió una banderita y estuvo jugando con ella mientras yo compraba lo que necesitaba. Al llegar a la caja, puse todos mis artículos  en la cinta para pagar y no me dí cuenta que mi hija seguía con la banderita en la mano y pasaba al otro lado. Al salir, con varias bolsas, la cartera, las prisas, etc, llegamos al vehículo y al subirme, mi hija me enseña la banderita y me dice: "¡Mamá, tenemos que regresar, esto no lo hemos pagado!". Tras pensarlo un momento y por el agobio de la situación, pensé:"Bah, por un artículo de un dólar no voy a regresar" y le dije que no íbamos a volver a pagar eso, que total, sólo costaba un dólar y no valía la pena volver a la tienda.

Mamá, pero eso es robar!, me dijo indignada mientras yo ya arrancaba el carro. "Eso no está bien", me dijo. "Es cierto, no está bien hacerlo, pero en este caso no ha sido un robo, ha sido un descuido", le comenté. Transcurrido un tiempo, cuando llegamos a casa, yo ya ni me acordaba del incidente, pero mi hija en cuanto vio a su hermano le dijo: "Mamá ha robado esta bandera de la tienda!" y su hermano se quedó con la boca abierta. ¿En serio? ¿Mamá has robado de la tienda? Tuve que explicarle la situación, pero ya empezaba a sentir las culpas de tales acusaciones y a reflexionar sobre si hice bien en irme sin regresar a pagar la dichosa bandera. Por un lado me sentí orgullosa de que mis hijos sepan lo que está bien y lo que está mal, ya que ese gesto demuestra que no son en vano las enseñanzas que les damos en el día a día y por otro lado me sentí mal al hacer algo que se supone no debemos hacer, ya que soy el ejemplo y modelo para mis hijos

Ese día ellos me enseñaron la lección. Puede parecer absurdo, pero si las personas que somos el modelo a imitar por nuestros hijos, no somos consecuentes y no le damos importancia a gestos como este, ellos mismos empezarán a pensar "bah, total, por un dólar, no pasa nada!"y luego dirán: "bueno, si no se dan cuenta, no pasa nada"...y por esos pequeños malos ejemplos, las cosas pueden llegar a ser graves e importantes. Nuestros hijos nos imitan, ellos quieren ser como nosotros, nos observan continuamente y por ello más nos vale estar atentos y no dejarnos ninguna "banderita" por pagar.

¿Y ustedes qué creen? ¿Qué habrían hecho en mi lugar? Se agradecen los comentarios.

Vídeo con consejos para padres divorciados

|

Como ya hemos indicado anteriormente, los hijos de padres divorciados sufren mucho con la separación de sus progenitores. Es importante que le demos seguimiento a sus reacciones y sus sentimientos y que ambos padres estemos ahí para darles apoyo emocional. 

Desde Educando a nuestros hijos, les mostramos este video con algunos consejos para padres divorciados o separados.




Si quieres más información, visita nuestra entrada que habla sobre el divorcio de los padres y lo que debemos hacer para que sea lo más fácil posible para nuestros hijos.

http://educarloshijos.blogspot.com/2015/02/el-divorcio-de-los-padres.html

Mudanza con niños

|


Una mudanza ya es estresante para los adultos y todo un reto para el entorno familiar. Cuando hay niños, las cosas son más complejas y hay que tener en cuenta muchos más detalles para que todo salga perfecto. Para los niños, una mudanza suele ser motivo de excitación, de miedo ante el nuevo barrio, los nuevos amigos si se cambia de escuela, la nueva casa, etc, así que lo primero que debemos hacer es preparalos unos días antes, cuando aún estemos calmados y decirles que pese a todos los cambios que vienen, lo que nunca va a cambiar es que los queremos y que van a estar seguros donde quiera que vayan.  Hay que hacerles saber que está bien extrañar la vieja casa, pero siempre manteniendo un mensaje positivo hacia el nuevo hogar.

Es bueno que pongamos a nuestros hijos a ayudarnos con la mudanza y que se sientan parte del proceso, ya sea etiquetando las cajas, o ayudando a guardar las cosas de su cuarto o sus juguetes favoritos. Es una forma de mantenerlos entretenidos y así se sienten indispensables.

Tómate un tiempo libre. Con el agobio que supone una mudanza, a veces podemos perder los nervios con nuestros hijos, así que lo mejor es tomarse un descanso y hacer otras actividades con ellos, que no tengan nada que ver con la mudanza.

También conviene que los niños vayan con nosotros a ver la casa nueva, a ver cómo es el barrio, cómo serán sus nuevas habitaciones, etc. Juntos pueden trazar planes o pensar cosas positivas como "aquí lo pintaremos de tu color favorito" o "este es un buen lugar para hacerte una fiestecita de cumpleaños"...

Explícale a tus hijos cómo será el procedimiento  de la mudanza, para ayudarle a entender la secuencia y ayudarle con la transición emocional. Hazle dibujos o esquemas para que lo entienda mejor.

Para los niños, los cambios son muy importantes y todo lo ven a gran escala, así que mientras más calmados y preparados estén, mejor será la transición y pronto empezarán a disfrutar de su nuevo hogar.