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Alimentación niños: Pescado

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Hay muchos niños a los que no les gusta el pescado y es un alimento muy nutritivo con un elevado valor biológico y una cantidad de proteínas similar al huevo y a la carne. El pescado azul y el marisco, poseen una mayor cantidad de proteínas.


A partir del año, ya el bebé puede introducir el pescado en su dieta, siempre teniendo cuidado por si se observa alguna alergia.

Para que los niños se acostumbren a comer pescado, aquí os proporcionamos algunos trucos interesantes:

Es mejor comprar pescado de buena calidad y sin espinas, sobretodo para empezar, ya que las espinas harán que los niños sean reacios a volver a comer este alimento. En el mercado existe una gran oferta de pescado fresco o congelado, como merluza, lomos de bacalao, etc que están libres de espinas.

Sería bueno también intentar evitar los pescados con sabores demasiado fuertes o intentar disimular el sabor con especias o hierbas aromáticas. También podemos facilitarles las cosas si les desmenuzamos el pescado a trocitos y lo mezclamos con el resto de la comida.

Es mejor no cocer mucho el pescado para que no quede muy seco. La forma ideal de presentar el pescado a los niños, es rebozado, sin demasiadas salsas. Luego poco a poco ya se puede ir cambiando la presentación, una vez nuestros hijos ya se hayan adaptado a su sabor y textura.


Otra opción es hacer hamburguesas o albóndigas de pescado. También si lo mezclamos con otros alimentos que le gusten a nuestros hijos, siempre tendrá más aceptación, por ejemplo, macarrones con atún o croquetas, etc.

Si utilizamos estos trucos, poco a poco los niños se irán acostumbrando al delicioso sabor y variedad que nos ofrece este nutritivo alimento, que tantas proteínas y vitaminas les aportan.

Educando a niños de 6 a 12 años

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Los niños de 6 a 12 años, ya empiezan una nueva etapa en la que aparecen nuevos protagonistas: los aparatos tecnológicos, la televisión y los teléfonos móviles.

Mi hijo va a cumplir 7 años y si por él fuera, estaría jugando todo el día con las tabletas, los móviles o las videoconsolas. Nosotros le hemos restringido el uso de estos aparatos a los fines de semana, pero es una lucha constante a la que sería muy fácil ceder, pues mientras ellos están jugando, nosotros tenemos más tiempo para realizar otras tareas o simplemente descansar de un día agotador, sin embargo debemos hacer un esfuerzo, pues esta es una etapa muy importante en la que los padres debemos estar presentes y tener cuidado para lograr que nuestros hijos maduren de forma adecuada y no caigan en las redes de la tecnología. Como hemos comentado varias veces, estos aparatos no son malos, siempre y cuando se tenga mesura y se pongan los límites adecuados.

Esta etapa en la vida de nuestros hijos, es crucial para formarles en valores y afianzar la autoestima, para que en un futuro puedan tomar sus propias decisiones y tengan una buena base, además de costumbres y valores positivos.

Los niños de 6 a 12 años son muy influenciables. Por eso también debemos estar al tanto de los amigos de nuestros hijos, pues ellos ejercerán una gran influencia, compitiendo con la educación que los padres y profesores les damos a los hijos. Hay que seguir de cerca las amistades, hablar mucho con ellos para que nos cuenten cosas sobre las relaciones con sus amigos.

También es importante en esta etapa, que los niños se responsabilicen de sus tareas escolares y adquieran hábitos de estudio. No sirve que hagan sus deberes de forma rápida para salir del paso, sino que debemos educarlos para que hagan las cosas bien, limpias y ordenadas, porque esa base les servirá para el futuro. Los niños tienen que esforzarse y deben saber que las cosas se ganan con esfuerzo y constancia. Si les damos todo lo que quieren, los niños se creeran los dueños del mundo y cuando sean mayores exigirán conseguir las cosas sin el menor esfuerzo.

Es normal que los niños de 6 a 12 años no sean tan cariñosos y apegados como en la etapa anterior. A esta edad, muchos quieren ser más independientes y les cuesta mostrar su afecto, pero ello no quiere decir que no necesiten sentirse queridos. Los padres debemos ser cariñosos con ellos, haciéndoles saber que los queremos y velamos por ellos.

Es imprescindible enseñar a nuestros hijos en esta edad a respetar a las personas, a no juzgar ni catalogar a nadie por su apariencia o condición social y a respetar a las personas adultas, a sus maestros y por supuesto a sus padres.


Consejos a padres de adolescentes

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Hace poco hablamos sobre algunas pautas para los padres de hijos en edad adolescente. Hoy quiero continuar hablando del tema y transmitir unos consejos que me han parecido interesantes para lidiar con nuestros hijos adolescentes:

Desconectar un poco: los padres no nos podemos obsesionar con los problemas de nuestros hijos adolescentes. Dedemos estar a su lado para lo que necesiten, pero en cierto modo, debemos tratar de darles cierta independencia para que ellos mismos vivan su vida. A veces los padres nos rompemos la cabeza tratando de solucionar algún embrollo en el que se han metido nuestros hijos, cuando ellos ya lo han solucionado por su cuenta.

Mantengamos la comunicación: con los adolescentes es difícil la comunicación. A veces uno tiene la sensación de que cada vez que intentamos hablar, la conversación se convierte en un monólogo, pero hay que seguir insistiendo en las cosas importantes. Hablémosles de las drogas, el alcohol, el tabaco y el sexo. Intentemos no dar rodeos a estas palabras y explicarles las cosas con claridad. Puede parecer que no nos están escuchando, pero la verdad es que en algún momento clave, ellos recuerden todos nuestros consejos y la educación que les hemos dado.

Estar alerta: Puede ser que nuestro hijo adolescente sea maleducado o rebelde algunas veces y nosotros no le damos importancia, (porque está en esa edad de la adolescencia donde estos comportamientos son normales), pero hay que saber distinguir, cuándo esos comportamientos pueden ser un problema grave. Si nuestro hijo o hija adolescente actúa así en el hogar pero tiene un buen comportamiento fuera de casa, con los compañeros o el resto de familia y amigos, entonces no debemos preocuparnos mucho, pero si tiene problemas en el colegio, con los profesores o con amigos, hay que estar pendientes y vigilarlos de cerca. Debemos observar si tienen conductas obsesivas, tales como dejar de comer, comer en exceso, hacer mucho ejercicio, jugar a videojuegos violentos, soledad o desapego en la familia. Si ese es el caso, sería bueno contactar con un psicólogo o buscar ayuda profesional, para que el problema no vaya a más.

Recuerden que la edad de la adolescencia es muy compleja. Todos los adultos pasamos por ella y sabemos que no fue fácil. Es una gran transformación la de convertirse de niños a adultos, que incluye cambios tanto físicos como psíquicos, por lo que debemos tener mucha paciencia y ser comprensivos hasta cierto punto. No olvidemos que también deben tener sus límites bien establecidos.

Recomendamos estos libros para facilitarnos la comunicación y la comprensión de esta etapa: